El gobierno que llegó para "dinamitar el Estado" le asignó más personal y más recursos al vocero presidencial, Manuel Adorni. Paradójico, pero no sorprendente. En medio del ajuste más feroz desde 2001, la Secretaría de Comunicación y Medios —bajo su órbita— incrementó su plantilla en un 25% y cuenta con un presupuesto superior a los $30.000 millones.
El dato fue expuesto sin estridencias por el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, durante la presentación del informe de gestión ante la Cámara de Diputados. Pero en los papeles oficiales, la contradicción quedó desnuda: entre noviembre de 2024 y marzo de 2025, el área de Adorni pasó de 209 a 249 empleados. Son 40 ingresos nuevos en plena “motosierra”.
Y no sólo eso: mediante la Decisión Administrativa 3/2025, se le asignaron exactamente $25.412.859.403 para el presente ejercicio fiscal. A esa suma se le agregan los créditos de la ex Secretaría de Prensa, que ahora forma parte del paquete de Adorni. La cifra final supera los $30.000 millones, según fuentes legislativas.
Del show mediático al Estado paralelo
Desde que asumió Milei, Adorni se convirtió en el vocero más mediático de la historia reciente. No sólo da conferencias diarias —en modo stand up informativo—, sino que además protagoniza campañas, videos y hasta se perfila como precandidato a jefe de Gobierno porteño.
Para lanzar su postulación informal, posó con una motosierra frente a la sede del Ejecutivo de CABA. Sin embargo, como bien ironizó Mariel Fitz Patrick en A24, “la motosierra no llegó a su oficina”.
El gasto y el crecimiento de personal contrastan con los recortes brutales en áreas como salud, educación, ciencia y cultura. Además, muchos de los nuevos ingresos están vinculados a figuras del mundo digital libertario, incluyendo a Juan Doe, un operador en redes sociales conocido por administrar cuentas anónimas de apoyo militante al oficialismo.
Contradicciones que incomodan
En el Congreso, la revelación generó ruido. Incluso legisladores del PRO, aliados circunstanciales del Gobierno, manifestaron “sorpresa” ante el nivel de recursos que maneja el área comunicacional. “Predican con la motosierra pero construyen un ministerio de propaganda”, lanzó un diputado opositor en diálogo con este medio.
La contradicción más grosera es discursiva: mientras Milei repite que está desmantelando el Estado, uno de sus alfiles más visibles concentra cada vez más poder, estructura y presupuesto.
Además, algunos analistas advierten que estos movimientos podrían estar vinculados con el armado electoral en la Ciudad de Buenos Aires. “Adorni ya está en campaña y su cargo es una base política con recursos insólitos”, explicó la consultora política Natalia Zaracho.
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