Es la mayor intervención cambiaria desde 2019. En tres días, el BCRA vendió más de USD 1.100 millones. Buscan apoyo financiero directo del Tesoro estadounidense.
La economía argentina enfrentó este jueves una de las jornadas más tensas del año en el frente cambiario, con una intervención récord del Banco Central que implicó la venta de USD 678 millones para contener la escalada del dólar mayorista, que llegó a rozar los \$1.475. Se trata del mayor volumen de divisas vendidas en un solo día desde el año 2019. En total, en las últimas 72 horas, el BCRA ya se desprendió de más de USD 1.100 millones, evidenciando la presión creciente sobre el esquema económico oficial.
La intervención tuvo como telón de fondo declaraciones del ministro de Economía, Luis Caputo, quien en una aparición en medios libertarios afirmó que el Gobierno “va a vender hasta el último dólar” para sostener el tipo de cambio. La frase, lejos de tranquilizar al mercado, alimentó la demanda de divisas y aceleró la búsqueda de cobertura en los segmentos paralelos.
Mientras el dólar mayorista se defendía con la intervención oficial, las cotizaciones minoristas y financieras continuaron su escalada. En el mercado informal, el dólar superó los \$1.520, mientras que el MEP y el contado con liquidación (CCL) se posicionaron por encima de los \$1.530. La brecha cambiaria se volvió a ampliar, reflejando la fragilidad del actual esquema de controles y señales de creciente desconfianza.
En este contexto, las reservas netas del BCRA rondan los USD 6.500 millones, pero solo una fracción de ese monto es de libre disponibilidad. A su vez, el calendario de pagos de deuda se intensifica en los próximos meses, con compromisos relevantes a partir de enero de 2026. Para sortear este escenario, el Gobierno nacional apuesta a conseguir una línea de financiamiento directo del Tesoro de Estados Unidos por USD 5.000 millones. La gestión, que aún se encuentra en fase preliminar, busca apoyo político en la figura de Donald Trump y el entorno republicano.
Diversas voces del mercado analizan con preocupación el actual curso de acción. Algunos interpretan las ventas como un intento de asegurar una salida ordenada de capitales especulativos antes de una posible corrección del tipo de cambio. Otros señalan que la estrategia repite errores del pasado, agotando reservas sin atacar desequilibrios estructurales como la falta de ingresos genuinos de divisas, el atraso cambiario y el déficit fiscal.
Con el riesgo país nuevamente por encima de los 1.500 puntos y la volatilidad financiera en ascenso, la administración de Javier Milei enfrenta días decisivos. La posibilidad de obtener respaldo externo se presenta como una de las últimas cartas disponibles antes de un eventual giro en la política cambiaria. Mientras tanto, el mercado observa con atención cada movimiento oficial, en un clima de creciente desconfianza e incertidumbre.
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