En septiembre, los argentinos deberán enfrentar un nuevo aumento en las tarifas de luz, gas y agua, en un contexto donde el Gobierno busca reordenar los precios del sector energético y reducir los subsidios. Se estima que este ajuste ronde el 4% para la luz y el gas.
El ministro de Economía, Luis Caputo, justificó este aumento como parte de un "ordenamiento" necesario, al tiempo que se anunció la reducción del Impuesto PAIS para importaciones, medida con la que el Ejecutivo espera moderar la inflación de ciertos productos. "Es fundamental que la reducción del tributo se refleje en una baja de precios en septiembre", aseguró Caputo.
Este nuevo incremento sigue a un ajuste similar realizado en agosto, y se da en un marco donde, según informes como el de Ecolatina, las tarifas aún están lejos de cubrir los costos reales de los servicios. Actualmente, los usuarios pagan solo el 40% del costo de la electricidad y el 32% del gas.
La factura promedio de agua, antes de impuestos, pasará de $18.799 a $19.621, superando los $23.700 con impuestos. La fórmula polinómica que regula las tarifas mensuales, basada en índices como el de salarios, precios internos al por mayor y el precio al consumidor, seguirá actualizando estos valores.
Por otro lado, un informe del Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP) reveló que, aunque los subsidios a los servicios públicos crecieron un 157% en términos nominales, en realidad, debido a la inflación, se redujeron en un 34% en términos reales en los primeros cinco meses del año.
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