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Mié, Oct

Economía

El mes de septiembre comienza con una nueva serie de aumentos en los precios de combustibles y tarifas de servicios públicos, que afectarán directamente el bolsillo de los argentinos.

Este fin de semana, se aplicará un incremento en los combustibles de entre 2,5% y 3,5%, dependiendo de la provincia, lo que llevará a que todas las variedades de nafta y gasoil superen los $1.000 por litro en la Ciudad de Buenos Aires. Desde que comenzó 2024, los precios de los combustibles ya han acumulado un aumento superior al 85%.

Aumentos en servicios públicos

Junto con el alza en los combustibles, se confirmaron aumentos en otros servicios regulados. En el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), el servicio de agua potable incrementará su tarifa en un 4,5% a partir de septiembre, reflejando la inflación y los ajustes postergados. Esto significa que las boletas promedio de Aysa pasarán de $18.799 a $19.621, superando los $23.700 con IVA incluido. En lo que va del año, las tarifas de agua en el AMBA ya han subido un 271%.

Además, se esperan nuevos aumentos en las tarifas de electricidad y gas, con un promedio del 4%. Aunque estos incrementos están alineados con la inflación de julio, el impacto en el bolsillo de los consumidores será considerable, especialmente si se implementan nuevas quitas de subsidios.

El costo del transporte

Otra suba significativa se espera en el transporte público, particularmente en los colectivos de la Capital Federal y el Gran Buenos Aires. Dependiendo de la resolución del conflicto por la quita de subsidios nacionales, el boleto mínimo en la Ciudad de Buenos Aires podría aumentar de $371 a $700, un incremento de más del 80%.

Subas en otros sectores

La lista de aumentos no termina ahí. Las prepagas también subirán sus tarifas entre un 4,5% y un 5,8%, mientras que los colegios privados en la Ciudad de Buenos Aires aplicarán incrementos promedio del 4,5% acorde con la paritaria docente. Otros aumentos incluyen la Verificación Técnica Vehicular (VTV) y los alquileres, que subirán un 243,16% interanual en septiembre, siguiendo la Ley de Alquileres vigente.

Depresión del consumo y dudas en la economía

El panorama de incrementos coincide con una depresión en el consumo, que está poniendo un límite a los precios de productos de consumo masivo. Según la consultora NielsenIQ, las ventas de equipamiento para el hogar y tecnología cayeron un 33% interanual en el primer semestre, mientras que la producción textil y de calzado también sufrió una caída significativa.

El Gobierno espera que la reciente reducción en la alícuota del Impuesto PAIS ayude a moderar los precios internos, pero en el sector privado prevalecen las dudas sobre su efectividad para frenar la inflación. 

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