El Senado de la Nacion aprobó la ley que modifica el Impuesto a las Ganancias, elevando significativamente el piso del Mínimo No Imponible a casi dos millones de pesos, equivalente a quince salarios mínimos, vitales y móviles. Esta reforma entrará en vigencia a partir de 2024.
La vicepresidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, estuvo presente en la votación, que recibió 38 votos a favor, aportados por el Frente de Todos, sus aliados y Unidad Federal, mientras que Juntos por el Cambio se manifestó con 27 votos en contra. Esta aprobación generó una gran celebración entre los sindicalistas presentes en los palcos, incluyendo a Pablo Moyano y Sergio Palazzo, quienes entonaron la Marcha Peronista.
La iniciativa, propuesta por el ministro de Economía, Sergio Massa, reforma el impuesto a las Ganancias al crear un nuevo impuesto sobre los ingresos a partir de un monto equivalente a 15 salarios mínimos, vitales y móviles, con una alícuota progresiva que va del 27% al 35% sobre el excedente, y que se actualizará semestralmente según la evolución del salario mínimo, vital y móvil.
Bajo este nuevo esquema, los principales puntos del proyecto incluyen la creación de un "impuesto cedular sobre los mayores ingresos del trabajo en relación de dependencia, jubilaciones y pensiones de privilegio y otros". Aquellos con mayores ingresos solo podrán deducir, como mínimo no imponible, la suma equivalente a 180 salarios mínimos.
Para los ingresos que superen los 15 salarios mínimos, vitales y móviles, las alícuotas oscilarán entre el 27% y el 35%. La actualización del valor del salario mínimo será el 1 de julio de cada año fiscal.
El proyecto también establece que las retenciones realizadas durante el primer semestre del año fiscal se ajustarán considerando el valor del salario mínimo vigente en julio. Además, en algunas regiones, como ciertas provincias de la Patagonia, se contempla un incremento del 22% en el mínimo no imponible para trabajadores en relación de dependencia y jubilados.
El presidente del interbloque del Frente de Todos, José Mayans, resaltó que esta medida ratifica que "el salario no es ganancia" y que busca mejorar la situación de los trabajadores. En cambio, algunos senadores de la oposición expresaron su preocupación por el costo fiscal de la medida y argumentaron que podría conducir a la hiperinflación.
Además de la aprobación de la ley, dirigentes sindicales se reunieron con la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner para agradecer el tratamiento de la derogación de la cuarta categoría del Impuesto a las Ganancias. El proyecto ha sido respaldado por diversos sectores y representa un cambio significativo en el sistema tributario argentino.
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