El intendente recorrió la obra junto a funcionarias y el cura Juan Carlos Molina. Para María Grasso, el salto es posible gracias a recursos propios municipales.
Este lunes, el intendente Pablo Grasso recorrió la obra del gimnasio que se levanta en el barrio Municipal y que se espera inaugurar en los próximos meses. Lo hizo acompañado por la secretaria de Planificación y Obras Públicas, María Grasso; la secretaria de Producción, Comercio e Industria, Moira Lanesán Sancho; y el sacerdote Juan Carlos Molina.
El espacio deportivo se financia enteramente con fondos municipales, una decisión política que destacan por su significado en tiempos de austeridad. Según María Grasso, la municipalidad sufre una notoria falta de inversión por parte de los gobiernos nacional y provincial, lo que hace que esta obra cobre aún más valor.
“Con recursos propios podemos seguir construyendo, creciendo y, por supuesto, generando espacios para los más chicos y los más grandes”.
Durante el recorrido, la Secretaria enfatizó que los destinatarios del proyecto serán los vecinos, los profesores y el personal municipal que ejercerá funciones en ese gimnasio:
“Por eso ponemos tanto énfasis en la calidad de la infraestructura”.
En cuanto a las instalaciones, el nuevo gimnasio incluirá vestuarios para equipos, espacio para árbitros, enfermería, oficina administrativa, depósito y una cancha de primer nivel. El punto más destacado es que se está instalando piso de parquet de alto rendimiento, lo que le dará jerarquía y resistencia al uso intensivo de competencias y entrenamientos.
María Grasso agradeció la coordinación entre las secretarías municipales que intervienen en la obra, y reafirmó que incluso en un contexto de recortes externos, el municipio apuesta por fortalecer las condiciones deportivas y sociales de la ciudad.
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