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Dom, Abr

Economía

Horacio Marín, presidente de la petrolera estatal, deslizó que podrían reducirse los precios en surtidores si el crudo sigue cayendo. Sin embargo, el impacto de los impuestos y la volatilidad del tipo de cambio podrían licuar cualquier beneficio al consumidor.

El precio del barril de petróleo Brent cayó en picada en los últimos días: de US$75 a US$64. Un respiro que en otro contexto hubiese sido celebrado con entusiasmo en países importadores como Argentina. Pero el alivio todavía no llega al surtidor. YPF, la principal petrolera del país, anunció que podría bajar el precio de los combustibles, aunque dejó en claro que la decisión dependerá de múltiples factores: tipo de cambio, impuestos y costos internos.

La declaración fue realizada por Horacio Marín, presidente de la compañía, en el marco de la presentación del nuevo plan estratégico quinquenal de YPF en la Bolsa de Wall Street, buscando seducir inversiones en plena reconfiguración global del sector energético.

“Si el precio del crudo sigue bajando, vamos a hacer números y, si corresponde, bajaremos los precios”, afirmó Marín ante inversores.

El gesto fue interpretado como una señal política y de mercado: YPF quiere mostrar racionalidad de precios en un escenario de consumo retraído y costos en alza. Pero la letra chica de esa promesa tiene matices.

La promesa con asteriscos

En octubre pasado, YPF ya aplicó una baja del 4% en naftas y del 5% en gasoil, pero el impacto en los surtidores fue menor al esperado. ¿La razón? La carga impositiva, que en algunos productos representa hasta el 40% del precio final.

En abril, la petrolera volvió a ajustar precios, esta vez con una suba del 1,7% promedio, empujada por el aumento en los Impuestos a los Combustibles Líquidos (ICL) y al Dióxido de Carbono. Es decir, incluso cuando el petróleo baja, los combustibles pueden subir si suben los impuestos.

Además, en un país donde el precio del combustible está atado al dólar, la reciente suba de los paralelos y la volatilidad del tipo de cambio agregan incertidumbre. Hoy por hoy, con una cotización del dólar oficial que podría trepar hasta los $1.400 según el nuevo esquema de bandas, la nafta sigue estando cara en dólares, aún cuando baje el Brent.

¿Qué tan caro es llenar el tanque en Argentina?

Actualmente, el litro de nafta en Argentina ronda los US$1,1, posicionando al país como el tercero más caro de Sudamérica, solo por detrás de Uruguay y Chile.
En contraste, países como Bolivia, Paraguay o Venezuela manejan precios considerablemente más bajos, aunque con estructuras de subsidios y producción distintas.

En un contexto donde el poder adquisitivo viene cayendo, el precio de los combustibles impacta de lleno en el transporte, la logística y la inflación, aunque el Gobierno sostiene que el esquema de precios “refleja los costos reales del sector”.

Energía en Wall Street, pero con pies en el barro

El mensaje de YPF desde la Bolsa de Nueva York busca mostrar una petrolera profesionalizada, con horizonte inversor y disciplina de mercado. Pero la política energética, en la práctica, se juega en el surtidor, en la calle, en las estaciones de servicio.

El riesgo de una nueva suba de impuestos, sumado al atraso cambiario y al frágil equilibrio fiscal, podría diluir cualquier posibilidad real de baja.
En criollo: baja el Brent, pero no baja la presión.

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