El ministro de Economía Luis "Toto" Caputo anunció el inicio de la fase 3 del plan económico, que incluye una devaluación del 30%, el levantamiento del cepo cambiario y la firma de un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por USD 15.000 millones.
La medida, largamente anticipada por los mercados, implica que a partir del lunes se habilitará una banda de flotación administrada para el tipo de cambio y se abrirá el Mercado Libre de Cambios (MLC) para personas físicas y jurídicas, eliminando así las últimas restricciones para el acceso al dólar oficial.
Desde el Palacio de Hacienda aseguran que esta apertura servirá para atraer inversiones, transparentar operaciones y terminar con la brecha cambiaria, pero economistas y sindicatos advierten que el efecto inmediato será inflacionario, especialmente en alimentos, combustibles y servicios dolarizados.
¿Qué incluye el nuevo acuerdo con el FMI?
El Gobierno confirmó que el nuevo entendimiento con el Fondo es bajo la modalidad de Servicio Ampliado del FMI (SAF), y prevé un total de USD 15.000 millones en tres tramos:
- USD 7.000 millones estarán disponibles inmediatamente, una vez que el Directorio Ejecutivo del FMI lo apruebe formalmente a mediados de abril.
- Los USD 8.000 millones restantes serán girados en etapas trimestrales, condicionados al cumplimiento de metas fiscales, monetarias y cambiarias.
El FMI celebró el compromiso de la Argentina con el equilibrio fiscal y la liberalización del mercado de cambios. En ese marco, la devaluación del 30% era una exigencia central del organismo, que desde hace meses reclamaba una corrección del tipo de cambio real para “normalizar” la economía argentina.
¿Qué pasa con los precios?
El anuncio llega justo cuando la inflación volvió a escalar en marzo al 3,7%, según el INDEC, con un interanual del 55,9%. El temor ahora es que la devaluación acelere aún más los precios durante abril y mayo, debido a la traslación directa del nuevo dólar a los costos.
“Esto va a impactar en la góndola de inmediato. Las remarcaciones ya empezaron y se vienen más fuertes”, afirmó un economista de la consultora PxQ.
“Lo que nos preocupa es que están liberando el dólar sin una política de ingresos que contenga a los asalariados y jubilados. Es una receta de shock para pocos”, señaló un referente gremial.
Fin del cepo, pero ¿a qué costo?
La eliminación de las restricciones cambiarias forma parte del relato de “libertad económica” impulsado por Javier Milei, pero también responde a compromisos internacionales. Caputo destacó que la apertura permitirá normalizar la economía, aunque evitó dar precisiones sobre cómo evitará un nuevo salto inflacionario.
El esquema de “banda de flotación” buscará evitar corridas, pero en la práctica implica que el Banco Central dejará de intervenir con frecuencia, permitiendo que el dólar suba en función de la oferta y la demanda.
Para los sectores populares, esto significa una cosa: dólar más caro, salarios congelados y más presión en el costo de vida. El mismo modelo ya fue aplicado en etapas anteriores con resultados conocidos.
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