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Lun, Mar

Economía

El reciente informe del Banco Central de la República Argentina (BCRA) muestra cifras alentadoras a primera vista: un aumento del 6,9% en los créditos al sector privado en octubre y un acumulado del 60% en seis meses.

Los depósitos también muestran un crecimiento significativo, con subas del 7,6% en plazos fijos tradicionales y del 9,8% en depósitos en moneda extranjera. Sin embargo, un análisis más profundo revela interrogantes sobre la verdadera sostenibilidad y el impacto de estas cifras.

Créditos en un contexto inflacionario: ¿crecimiento real?

En un país con una inflación interanual superior al 120%, los incrementos nominales deben ser analizados "en términos reales". Si bien el crecimiento de los créditos parece robusto, su capacidad para superar la erosión del poder adquisitivo es cuestionable.

En particular, el aumento del 4,7% en préstamos hipotecarios —impulsado por las líneas UVA— plantea un problema adicional. Estas líneas, cuya actualización está atada a la inflación, han sido una fuente de estrés financiero para muchas familias.
"Incentivar el endeudamiento en UVA puede ser insostenible a largo plazo, especialmente si los salarios no acompañan," advierten expertos del sector.

El "boom" de los depósitos: ¿confianza o estrategia fiscal?

El incremento en los depósitos también despierta suspicacias. Aunque el BCRA lo presenta como un signo de confianza en el sistema bancario, el contexto sugiere que el "Régimen de Regularización de Activos" podría estar impulsando este fenómeno.

En este esquema, los grandes capitales aprovechan beneficios fiscales temporales, dejando fuera a la mayoría de los argentinos, quienes carecen de acceso a instrumentos financieros formales. Actualmente, casi la mitad de la población no está bancarizada, según estadísticas recientes.

"Hablar de crecimiento en depósitos como señal de confianza ignora la exclusión financiera de vastos sectores de la sociedad," opinó un economista crítico.

Preguntas clave para el análisis

1. ¿Cuánto de este crecimiento es atribuible a dinámicas estructurales y cuánto a fenómenos coyunturales como el blanqueo?
2. ¿Cómo afecta el contexto de tasas de interés exorbitantes a la capacidad de endeudamiento y financiamiento del sector privado?
3. ¿Es el aumento de depósitos en moneda extranjera un signo de recuperación o una preferencia por dolarizar activos en tiempos de incertidumbre?

Conclusión: entre la expansión y la exclusión

Los números del BCRA pintan un panorama de expansión financiera, pero la accesibilidad limitada y el contexto inflacionario restan profundidad a este supuesto "crecimiento".

Sin una estrategia clara para abordar problemas estructurales como el acceso desigual al crédito y la dependencia de esquemas volátiles como los UVA, este crecimiento corre el riesgo de ser un maquillaje estadístico más que una mejora genuina.

Es tiempo de reflexionar si el sistema financiero argentino está avanzando hacia una mayor resiliencia e inclusión, o si se limita a operar en favor de un sector reducido en medio de una crisis estructural.

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