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Sáb, Nov

Interés General

 ADOSAC y AMET exigieron recomposición, titularizaciones y soluciones administrativas. El Gobierno respondió con evasivas y promesas sin plazo.

La reunión paritaria entre los gremios docentes (ADOSAC y AMET) y el Gobierno de Claudio Vidal, representado por el Consejo Provincial de Educación (CPE), no logró acuerdos salariales ni resoluciones administrativas concretas. Lo que dejó, en cambio, fue una radiografía cruda del deterioro institucional que atraviesa el sistema educativo de Santa Cruz.

Fueron más de 19 páginas de acta que reflejan un escenario tenso, fragmentado y con múltiples frentes abiertos: sueldos bajo la línea de pobreza, sumarios irresueltos, concursos paralizados, licencias trabadas y una política de inclusión que —en palabras del gremio— se reduce a una “declaración de buenas intenciones”.

Cláusula gatillo, salarios y el “ancla fiscal”

ADOSAC abrió la discusión exigiendo que el salario inicial supere la línea de pobreza, hoy por encima del millón y medio de pesos. El Gobierno se jactó de ser la única provincia con cláusula gatillo mensual activa, pero evitó asumir un compromiso de mejora adicional inmediata.

Capítulo cerrado, por ahora: el aumento no llegó y la cláusula gatillo se sostiene con un índice que corre siempre detrás de la inflación real.

Sumarios que se eternizan, licencias bloqueadas y cargos sin concurso

Los gremios pusieron el dedo en una llaga profunda: expedientes dormidos, docentes suspendidos sin dictamen, designaciones sin marco legal y licencias médicas demoradas. El CPE reconoció “problemas históricos”, pero no fijó ningún plazo de resolución. Ni siquiera en el caso emblemático de Las Heras, donde una docente permanece sin cobrar por motivos médicos, bloqueada sin sustento legal.

Sobre los concursos y las titularizaciones, silencio o eufemismos. Los gremios denunciaron que se recortan cargos por matrícula sin considerar criterios pedagógicos ni carga laboral real.

Inclusión sin recursos, docentes solos ante la complejidad

Otro de los puntos más ásperos fue la inclusión educativa. Para el Gobierno, se cumplen con los CUD y los proyectos pedagógicos individuales. Para los gremios, la situación es crítica: falta de equipos, ausencia total de acompañamiento, y una carga imposible sobre docentes que deben atender a grupos con necesidades múltiples sin ninguna herramienta.

El resultado: frustración, desgaste y un modelo que, más que incluir, empuja al colapso laboral y pedagógico.

¿Educación como prioridad? Un presupuesto que dice otra cosa

En el plano político, ADOSAC fue directo: “No hay compromiso real con la educación pública”. Denunciaron que el ajuste nacional se traslada a los trabajadores y que los anuncios de obras no compensan el vaciamiento humano e institucional que se profundiza. El Ejecutivo respondió con una lista de licitaciones y ampliaciones, pero ninguna solución inmediata al desorden administrativo ni al conflicto salarial.

Sin acuerdo: cuarto intermedio y nueva fecha

La reunión concluyó sin acuerdo salarial ni administrativo.
La Autoridad Laboral dispuso un cuarto intermedio para el jueves 20 de noviembre, a las 09:00 horas, en la sede del Ministerio de Trabajo. Esta es la única fecha formal establecida en el acta para retomar la discusión.

Los gremios llevarán los puntos a sus congresos de base y no descartan medidas; el Gobierno insiste en que continuará defendiendo la cláusula gatillo y el esquema salarial actual.

Por ahora, la negociación sigue abierta y el conflicto docente continúa al rojo vivo, con múltiples frentes sin resolver que impactan directamente en la vida escolar de toda la provincia.

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