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Lun, Oct

Política

El oficialismo del gobernador Claudio Vidal quedó tercero este domingo. La elección marcó un nuevo rumbo en la representatividad santacruceña. Las urnas marcaron una nueva lógica: menos verticalismo, menos redes, más territorio y contacto genuino con la gente.

Con el 32,10 % de los votos para Fuerza Santacruceña, frente al 31,66 % de La Libertad Avanza y al 15,47 % del oficialismo Por Santa Cruz, se renovaron tres bancas nacionales y se consolidó un cambio de ciclo político en la provincia.

Con el 99,86 % de las mesas escrutadas, Fuerza Santacruceña resultó la fuerza más votada en Santa Cruz con un 32,10 %, seguida muy de cerca por La Libertad Avanza, que alcanzó un 31,66 %. Muy por detrás quedó el frente oficialista Por Santa Cruz, con un magro 15,47 %, lo que representa un golpe político para la gestión de Claudio Vidal.

La provincia renovó tres bancas para la Cámara de Diputados de la Nación. Los electos: Juan Carlos Molina y Moira Lanesan Sancho, por la mayoría, y Jairo Guzmán, por la minoría.

La elección se realizó en el marco de la implementación nacional de la Boleta Única de Papel (BUP), que funcionó sin mayores inconvenientes en el distrito. La participación superó el 60 % del padrón provincial.

Desde el búnker ganador, Molina, ex sacerdote y referente del kirchnerismo local, celebró el resultado con un discurso cargado de definiciones:

“No ganó la mentira, no ganaron las operaciones. No ganaron los tiros, ni las balas. Ganó la gente… ganaron los que están buscando trabajo, ganaron los que están buscando comer, ganaron los discapacitados”.

Y agregó, en un mensaje directo a la gestión actual:

“Yo no enfrenté a nadie, a lo único que me enfrenté fue al modelo de crueldad, de acoso, de abandono”.

Por su parte, el candidato oficialista Daniel Álvarez reconoció la derrota y planteó que el mapa político provincial “cambia con claridad”, convocando a “seguir trabajando para poner de pie a Santa Cruz”.

El resultado marca un punto de inflexión en la política provincial: por primera vez desde 1983, una fuerza puramente local lidera los comicios legislativos. Este fenómeno pone en jaque las estructuras nacionales que históricamente dominaban Santa Cruz.

La Libertad Avanza, si bien fue la segunda fuerza, no logró imponerse en el distrito. Su representación se limitará a una banca, según lo establece la ley de distribución proporcional de cargos.

En cuanto al oficialismo de Claudio Vidal, el golpe es duro: perder el primer lugar y quedar en tercer puesto revela una erosión acelerada de su base política a menos de un año de haber asumido.

Santa Cruz eligió marcar el rumbo desde su territorio, sin someterse a estructuras nacionales ni oficialismos consolidados. El triunfo de Fuerza Santacruceña expresa una revalorización de lo local y una demanda de representación directa en el Congreso. La composición de la nueva delegación legislativa será fundamental para la gobernabilidad de la provincia y para su interlocución con la Casa Rosada.

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