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Dom, Sep

Interés General

El terreno, valuado en cinco millones de dólares, es parte del predio que el Instituto Nacional del Agua ocupa en Ezeiza. Científicos denuncian un vaciamiento sin precedentes.

 Vaciamiento en tiempo récord: le sacan el terreno al Instituto Nacional del Agua y se lo regalan a River

No fue una cesión. Fue una expropiación encubierta. Mientras el Instituto Nacional del Agua (INA) enfrenta deudas con proveedores, recorte de personal y riesgo de desaparición como ente autárquico, el Gobierno le entrega de forma gratuita 72.222 m² de su predio en Ezeiza al Club Atlético River Plate para construir canchas de fútbol.

La medida, oficializada por la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE), se produce a solo semanas del Decreto 396/25, que redujo al INA a una unidad interna de la Secretaría de Obras Públicas, despojándolo de autonomía y presupuesto. Para los investigadores, esto no es casual: es la última jugada en un plan de desguace estructural.

El terreno cedido está valuado en más de cinco millones de dólares, una cifra que multiplica por más de 30 la deuda actual del organismo con sus proveedores. Mientras tanto, 330 técnicos e investigadores del INA ven peligrar su trabajo y sus proyectos.

“Mi idea ‘tonta’ era crear ahí una escuela técnica sobre agua. Pero ya fue”, ironizó un especialista.

En el Congreso Nacional del Agua realizado en Mar del Plata hace dos semanas, se denunció la situación terminal del organismo. El INA no sólo ha sido clave en la planificación de represas hidroeléctricas, prevención de inundaciones, análisis de cuencas, y estudios para Vaca Muerta y el Canal de Panamá, sino que es uno de los pocos centros con capacidad técnica real en hidrología, hidráulica y crisis climáticas.

Ahora, con la cesión de su predio emblema y el cierre de cuatro dependencias regionales (Córdoba, Santa Fe, San Juan y Mendoza), se desactiva una estructura que intervino en casi todas las grandes obras hídricas del país.

Para los trabajadores del organismo, lo de River no es un simple comodato, es un símbolo del modelo libertario: deporte de élite sobre ciencia pública; beneficios para clubes con sponsors millonarios, mientras se estrangula la soberanía técnica en temas vitales como el agua.

“En un país donde el 67 % del territorio es árido o semiárido, disolver el INA es ignorancia o mala fe. O ambas”, sentenció el ex director Juan Carlos Bertoni.

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