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06
Vie, Jun

Interés General

La emisión de “Tuttle Twins” marca un giro ideológico sin precedentes en la señal pública infantil. Niñez y formación ciudadana, ahora bajo la lupa del mercado.

De Canal Encuentro a Tuttle Twins, la metamorfosis de PakaPaka en los primeros meses del gobierno de Javier Milei es un síntoma más del cambio cultural que propone La Libertad Avanza. La histórica señal pública infantil, creada en 2010 para democratizar el acceso a contenidos con enfoque pedagógico, fue colonizada esta semana por una serie animada que promueve el libre mercado, ataca el rol del Estado y presenta al socialismo como una amenaza distópica.

“Esto no es libertad de expresión. Es propaganda antiderechos en horario infantil”, advirtió Cielo Salviolo, exdirectora del canal, en una publicación que se viralizó en redes.

La serie, de origen estadounidense, se llama Tuttle Twins y está basada en los libros del activista Connor Boyack, presidente de la Fundación Libertas, un think tank libertario con vínculos directos con la ultraderecha religiosa de Utah y con financiamiento vía crowdfunding. Producida por Angel Studios, la misma plataforma detrás de contenidos evangelistas y antiabortistas, la serie enseña a niños desde cinco años que los impuestos son una forma de esclavitud moderna, que el Estado siempre es opresivo y que el colectivismo es una amenaza a la libertad individual.

Un laboratorio de batalla cultural

En un país que aún arrastra la pobreza infantil del 58,6 % —según el último relevamiento de Unicef—, que la pantalla del Estado les enseñe a los niños a desconfiar de la salud pública y de la solidaridad comunitaria no es un detalle menor. Es una decisión política profunda, enmarcada en el discurso oficial que asocia cualquier forma de organización estatal con el comunismo.

“Lo que vemos acá es una pedagogía de la hostilidad social”, sostuvo el sociólogo Esteban Rodríguez Alzueta, especializado en políticas educativas. “Los chicos ya no aprenden a convivir ni a construir comunidad. Aprenden a desconfiar del otro.”

En un episodio, los protagonistas —dos hermanos blancos y de clase media— viajan en el tiempo para enfrentarse a un Karl Marx caricaturesco, representado como un villano de historieta. En otro, explican que los gobiernos “roban a través de los impuestos” y que las ayudas sociales fomentan la vagancia.

El giro editorial de la señal, que durante más de una década mostró la historia de Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, promovió la diversidad, el respeto a la infancia y el pensamiento crítico, responde directamente al lineamiento de Javier Milei, que no ha ocultado su desprecio por el canal y por los contenidos que considera “adoctrinamiento progresista”.

Una pedagogía al servicio del ajuste

En la lógica libertaria, no hay Estado posible. Pero lo que ocurre ahora con Tuttle Twins va más allá: se reconfigura el aparato cultural del Estado para atacar su propia existencia. Una especie de autocanibalismo institucional: PakaPaka devorándose a sí mismo.

La enseñanza es clara: el problema no es que los chicos vean dibujos animados de otra cultura. El problema es que esos dibujos lleguen a la pantalla del Estado para justificar un modelo de país basado en la privatización de todo lo común, desde la escuela hasta el agua.

“La educación pública y la televisión pública están siendo intervenidas desde una lógica ideológica privatizadora, pero lo más grave es que se disfraza de libertad”, denunció la docente y comunicadora Sandra Russo.

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