A partir de febrero, el Gobierno de Milei comenzará con una fuerte reducción del 33% de los subsidios al precio del gas, un proceso que se llevará a cabo en tres etapas y se completará en abril.
La administración nacional ha definido la secuencia y parámetros para una canasta básica energética indispensable, diferenciada por zonas bioclimáticas, que servirá como base para un nuevo esquema de subsidios dirigido a situaciones de vulnerabilidad.
En este cambio de subsidios, el Gobierno abandonará la segmentación actual e implementará una canasta básica energética que se enfocará en volúmenes esenciales de consumo de gas y electricidad, diferenciados por zona bioclimática. La propuesta busca determinar los ingresos totales del grupo conviviente y asignar un porcentaje de ese ingreso para cubrir los costos de la factura de energía.
El subsidio estatal será la diferencia cuando el costo de la canasta básica energética exceda un porcentaje específico de los ingresos totales del grupo conviviente. Este enfoque reemplaza el sistema anterior que subsidiaba según el nivel de ingreso del titular del servicio.
La implementación de este nuevo esquema requerirá de una secuencia que involucra el cálculo de consumos esenciales por grupo conviviente y región del país. Esto permitirá correlacionar ingresos y consumos, clasificando a los usuarios según su nivel de consumo y depurando la base de datos.
El objetivo principal es mejorar la eficiencia en la asignación de subsidios, asegurando que estos beneficien a quienes realmente lo necesitan. Además, esta medida forma parte de la estrategia para abordar la emergencia energética, restaurar la cadena de pagos del sector y atraer inversiones del sector privado para la expansión de la infraestructura y el crecimiento económico sostenido.
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