La relación entre gobernadores provinciales y el Gobierno nacional atraviesa un momento de alta tensión, con dos focos principales: la definición de la reelección de Martín Menem como presidente de la Cámara de Diputados y la falta de señales sobre el debate del Presupuesto 2025.
A pesar de los reclamos de mandatarios y legisladores, el Gobierno no parece dispuesto a incluir el proyecto de Presupuesto en la convocatoria a sesiones extraordinarias. Desde sectores peronistas, advierten que "quieren que se trate a libro cerrado, pero eso no va a pasar".
Un pliego de cinco puntos consensuado por los gobernadores, que incluye demandas como el coparticipar el impuesto a los combustibles y resolver deudas previsionales, fue ignorado por el Ejecutivo, lo que intensificó el malestar en los distritos.
El jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, se sumó al debate, calificando la falta de un presupuesto como un problema institucional: "Es clave que haya un Presupuesto razonable y que se trate en extraordinarias", sostuvo.
En este contexto, se intensifica la preocupación por el manejo discrecional de los fondos nacionales. Según un informe de Politikón Chaco, la Ciudad de Buenos Aires concentró el 56% de los fondos discrecionales devengados en noviembre y el 59% de los efectivamente pagados, en su mayoría por deudas de coparticipación.
A pesar de las críticas, provincias cercanas al Gobierno también se beneficiaron de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN). Salta recibió $6.000 millones, mientras que Jujuy, Catamarca y Tucumán también figuraron entre las más favorecidas.
En las últimas semanas, el Gobierno evitó convocar a una mesa amplia de diálogo con los gobernadores. Sin embargo, mandatarios como Gustavo Melella (Tierra del Fuego), Gustavo Valdés (Corrientes) y Sergio Ziliotto (La Pampa) mantuvieron reuniones bilaterales con asesores presidenciales para negociar cuestiones específicas.
Uno de los encuentros más relevantes será el del gobernador tucumano Osvaldo Jaldo, quien llegará a Buenos Aires para avanzar en la versión local del programa PROCREAR. Este plan contempla la construcción de 3.000 viviendas, un punto clave en la relación entre Nación y las provincias del norte.
En ausencia de un debate presupuestario general, los gobernadores temen que el Ejecutivo opte por una reconducción del Presupuesto, lo que fortalecería el control discrecional de los fondos por parte del Gobierno nacional. "Esto les permite manejar los recursos a su antojo, pero sacrifica el mensaje de estabilidad fiscal a los mercados", advirtieron desde un distrito peronista.
Mientras los tironeos continúan, todo indica que las partidas se negociarán bilateralmente, beneficiando a las provincias con mayor peso político y dejando a otras relegadas.
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