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Vie, Jul

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El Dr. Fernando Tanarro, ha tenido el mal gusto de salir a descalificar mis declaraciones, con un planteo además discriminatorio hacia quienes deben tomar alguna medicación psiquiátrica o que pueda alterar sus facultades. 

Al respecto debo aclarar que no he sido citado en esta causa sobre los hechos del 21 de abril de 2017. Que sin embargo he tenido conocimiento por la vista al expediente que han tenido los defensores de mis compañeros, de que en la causa no existe ninguna “grabación” en la que por mi parte estuviera como manifestó el Fiscal “incitando” a “que tiren piedras”. Y nunca podría haberla habido porque jamás realicé semejantes actos.

Lo único que hay en la causa son declaraciones de dos policías a los que Tanarro mandó a acusarme falsamente, en declaraciones “gemelas” casi idénticas, realizadas recién en noviembre de este año.

Cuando existe semejante empeño en buscar un año y medio después de los hechos algún policía que pueda incriminarme, es por una sola y exclusiva razón: se intenta montar una persecución política y una criminalización de las protestas. Esto queda muy claro cuando solamente citan entre cientos de manifestantes a reconocidos dirigentes de la CTA, la ADOSAC, el Partido Obrero o el MST.

No es la primera vez que el poder político monta una calumnia contra dirigentes del Partido Obrero. En 2006 militantes del gobierno pintaron paredes en toda la ciudad acusando al Partido Obrero y a Del Plá por el crimen de Sayago en Las Heras. Naturalmente era una campaña miserable y sin sustento. La justicia jamás citó a un solo militante del PO en aquella causa, donde terminaron criminalizando a otros trabajadores.

Las políticas de ajuste de los gobiernos provincial y nacional son perversas, desde el tarifazo a los congelamientos de salarios. Las víctimas de esta política se cuentan por muchos miles que han sido sometidos a vivir bajo la línea de la pobreza. Esos miles de víctimas han protagonizado inmensas y legítimas luchas y movilizaciones contra el ajuste, entre las cuales estuvo la del 21 de abril. Naturalmente esas miles de víctimas incluyen cantidad de niños, bebés, mujeres y pueblo en general. Lo más cobarde es no enfrentar a los centros de poder financiero y descargar el ajuste sobre las masas populares, como hace el gobierno que sostiene el fiscal, mientras agita su interesado dedo acusador.

Aclarada la cuestión de fondo, queda por tratar de entender el derrape, inesperado, de un Fiscal de Estado que rebaja de este modo el nivel de una polémica. Yo conocí a Fernando Tanarro cuando siendo Constituyente por la UCR en 1994, se preocupaba para que no se consolidara el poder personal y de camarilla del entonces Gobernador Néstor Kirchner. Incluso, Fernando era muy crítico con sus propios correligionarios que facilitaron la reforma constitucional cuyo eje era la reelección. Ahora, como ha ocurrido con otros “conversos”, el Fiscal expresa un entusiasmo en la defensa del régimen kirchnerista, que sin dudas es digno de mejor causa.