Los jubilados volvieron a marchar este miércoles desde Plaza Congreso hacia Plaza de Mayo, en rechazo al ajuste económico impulsado por el gobierno de Javier Milei y a la represión sistemática de la protesta social.
Como ya ocurrió en movilizaciones anteriores, la policía federal —bajo el mando de la ministra Patricia Bullrich— volvió a utilizar gas pimienta y balas de goma, dejando un detenido y múltiples heridos.
La concentración comenzó a las 15 en la Plaza de los Dos Congresos, y se desplazó a partir de las 16 por Avenida de Mayo, que fue cortada parcialmente. Frente al Congreso, agentes de seguridad arremetieron contra los manifestantes, entre ellos adultos mayores. Un hombre de más de 40 años, Mariano Lambertoti, fue detenido tras gritar frente a cámaras de televisión que lo apresaban por “acompañar a los jubilados”.
La marcha llegó luego hasta la Plaza de Mayo, donde se realizó un acto pacífico. Allí, un grupo ingresó a la Catedral Metropolitana para agradecer al papa Francisco “todo lo hecho por los pobres y jubilados”, y pidió una audiencia con el arzobispo Jorge García Cuerva. La referencia no fue casual: en 2024, el propio pontífice había denunciado la represión a jubilados durante otra marcha con una frase que quedó grabada: “En vez de justicia social, pagaron con gas pimienta”.
La memoria no se apaga con gas
Esta manifestación se realizó poco más de un mes después de la represión del 12 de marzo, en la que el fotoperiodista Pablo Grillo quedó gravemente herido tras recibir un disparo de gas lacrimógeno en la cabeza. En la jornada anterior, el miércoles pasado, al menos 116 personas resultaron heridas, incluyendo una niña de 13 años, un adolescente de 16, y el diputado nacional Alejandro Vilca, alcanzado por disparos con armas Byrna.
Dos fotógrafos del medio Tiempo también fueron alcanzados por gases, en un operativo que no distinguió edad, profesión ni condición física.
Un pliego que no se negocia
La convocatoria fue lanzada por distintas agrupaciones de jubilados bajo la consigna: “Frente a la criminalización de la protesta y el avance del plan de ajuste”. El pliego de reclamos incluye:
- Jubilación mínima de $1.500.000
- Devolución del 100 % de la cobertura de medicamentos por PAMI
- No al pacto con el FMI, ni al pago de la deuda externa
- Paritarias libres, salario mínimo igual a la canasta familiar
- Moratoria previsional con aporte patronal
- No a la reforma laboral y al aumento de edad jubilatoria
- Defensa del derecho a huelga y al sistema de reparto solidario
Tensión estructural
Lo ocurrido este miércoles expone, una vez más, el desfase entre la política de ajuste del gobierno y la conflictividad social creciente. La presencia policial reforzada, las detenciones sin justificación clara y el uso sistemático de violencia contra sectores vulnerables se instalan como una constante bajo la conducción de Bullrich en Seguridad.
Pese a los antecedentes de represión, los manifestantes marcharon sin incidentes hasta Casa Rosada, donde la protesta se mantuvo en tono pacífico, pero con un mensaje nítido: no hay silencio posible cuando lo que está en juego es la dignidad ganada tras toda una vida de trabajo.
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