Pablo Lombroni, secretario general de ADOSAC, compartió con F5 un análisis profundo sobre la realidad de la localidad, marcada por el abandono del gobierno provincial en áreas como la educación, infraestructura y servicios básicos.
El peso de la distancia en la crisis
Para Lombroni, uno de los problemas centrales es el aislamiento de las localidades del interior de Santa Cruz respecto a Río Gallegos. "Si no pasa en la capital, parece que no existe", critica con crudeza. Según el dirigente, la falta de atención desde el gobierno provincial ha permitido que los problemas se acumulen sin respuestas concretas.
Las dificultades diarias van desde cortes de agua y gas hasta calles en estado calamitoso. "No hay planificación ni mantenimiento. Las soluciones son parches temporales", explica.
Promesas que nunca llegaron
En agosto de 2024, se anunciaron planes de obra para toda la provincia, pero en Gobernador Gregores la realidad es otra: ni una sola de esas iniciativas se concretó. Lombroni lo resume con una frase lapidaria: "Nos prometieron progreso, pero seguimos esperando lo mínimo".
El resultado es un deterioro progresivo de la infraestructura urbana. "Las calles de tierra parecen trincheras después de una lluvia, y las cloacas desbordan sin que nadie haga nada", denuncia.
Escuelas deterioradas y transporte deficiente
El escenario educativo no es mejor. Según Lombroni, las escuelas están en estado crítico, con techos que filtran agua, falta de calefacción y aulas con mobiliario roto. Pero el problema no termina ahí: muchos estudiantes deben recorrer grandes distancias para llegar a clase, y el transporte escolar brilla por su ausencia.
"No puede ser que en 2025 haya chicos que no puedan ir a la escuela porque no tienen cómo llegar", sentencia.
Salarios docentes y costo de vida en conflicto
Otro punto clave es el impacto del ajuste económico en el bolsillo de los trabajadores. Mientras las tarifas de electricidad se mantienen dentro de lo esperable, el precio del gas y otros insumos esenciales se disparó. "Los docentes no pueden sostener este nivel de inflación con los sueldos actuales", advierte Lombroni.
El panorama es complejo: con salarios que no alcanzan y servicios cada vez más caros, la brecha entre los sectores privilegiados y los trabajadores se profundiza.
Si no nos organizamos, esto va a empeorar
Frente a este contexto, Lombroni insiste en la necesidad de que la comunidad se una para exigir soluciones. "La historia demuestra que los cambios llegan cuando la gente se organiza y pelea por sus derechos", asegura.
Con Gobernador Gregores sumido en una crisis sin respuestas concretas, la advertencia es clara: sin presión social, la desidia seguirá siendo la norma.
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