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Sáb, Sep

Ciencia y Tecnología

Un estudio con más de 33.000 veteranos sugiere que la nicotinamida puede reducir el riesgo de nuevos tumores cutáneos, especialmente si se inicia tras el primer diagnóstico.

El cáncer de piel es el tumor más común en el mundo. Aunque la mayoría de los casos no son letales, su incidencia sigue en aumento y representa una carga enorme para los sistemas de salud. La prevención se apoya, sobre todo, en la protección solar y en la detección temprana. Pero ahora entra en escena un candidato inesperado: la nicotinamida, una forma de vitamina B3 disponible sin receta.

Un estudio retrospectivo publicado en JAMA Dermatology analizó los historiales de 33.822 veteranos estadounidenses y halló que quienes tomaban nicotinamida (500 mg, dos veces al día) tenían un 14 % menos de riesgo de desarrollar un nuevo cáncer de piel en comparación con quienes no la consumían.

¿Qué hace la nicotinamida en la piel?

La nicotinamida es un derivado de la vitamina B3 que, a diferencia de la niacina, no causa enrojecimiento ni molestias. En el cuerpo, actúa como precursora del NAD⁺, molécula clave en la producción de energía y en la reparación del ADN.

En estudios previos se observó que puede favorecer la reparación del daño genético causado por la radiación ultravioleta y reducir la inmunosupresión inducida por el sol, dos factores que abren la puerta al desarrollo de tumores cutáneos.

“El atractivo de la nicotinamida es que es accesible, barata y bien tolerada”, explicó el investigador principal, Dr. Yousuf Mohammed.

Lo que reveló el análisis

Reducción global del riesgo: 14 % menos de cánceres de piel nuevos en la cohorte tratada.
Importancia del momento: quienes comenzaron a tomar nicotinamida tras su primer cáncer tuvieron la mayor reducción: cerca del 54 % menos de riesgo.
Tipos de cáncer: el mayor beneficio se observó en el carcinoma de células escamosas cutáneo.
Trasplantes: en receptores de órganos sólidos el efecto fue menos claro, aunque hubo señales de protección si se iniciaba temprano.

Precauciones y límites del estudio

Los resultados son alentadores, pero hay que leerlos con cautela. El análisis es retrospectivo, lo que significa que observa datos ya existentes y no establece causa-efecto con certeza. Además, la cohorte estuvo formada mayoritariamente por hombres blancos de edad avanzada, lo que limita la generalización.

Y algo clave: la nicotinamida no sustituye al protector solar ni a los controles dermatológicos. En el mejor de los casos, puede ser un refuerzo adicional en la prevención.

Si una vitamina barata y disponible sin receta puede reducir modestamente el riesgo de cáncer de piel, ¿estamos ante un futuro en el que la prevención oncológica incluya suplementos tan accesibles como el protector solar?

Fuente: 10.1001/jamadermatol.2025.3237

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