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Jue, Sep

Ciencia y Tecnología

Un equipo de astrónomos, liderado por la estudiante de posgrado Malia Kao de la Universidad de Texas en Austin, ha descubierto cientos de enanas blancas "contaminadas" en nuestra galaxia, la Vía Láctea. Estas estrellas están devorando planetas en su órbita, proporcionando una ventana única para estudiar los interiores de estos mundos destruidos.

Históricamente, los astrónomos revisaban manualmente enormes volúmenes de datos para identificar estas estrellas, una tarea ardua y lenta. Sin embargo, el uso de una nueva forma de inteligencia artificial (IA) llamada aprendizaje múltiple ha acelerado el proceso, logrando una tasa de éxito del 99% en la identificación. Los hallazgos del equipo fueron publicados el 31 de julio en The Astrophysical Journal.

Las enanas blancas son estrellas en su etapa final de vida, que han agotado su combustible y están enfriándose lentamente. Nuestro Sol se convertirá en una enana blanca en unos 6 mil millones de años. Cuando los planetas que orbitan estas estrellas son atraídos y consumidos, las enanas blancas se "contaminan" con metales pesados del interior de los planetas. La presencia de estos elementos en las atmósferas de hidrógeno y helio de las enanas blancas es una señal clara de fuentes externas.

Kao explicó: "Para las enanas blancas contaminadas, el interior del planeta está literalmente quemado en la superficie de la estrella para que lo veamos". El coautor Keith Hawkins añadió: "Es la única manera de buena fe de averiguar realmente de qué están hechos los planetas fuera del sistema solar".

La identificación de estas estrellas es difícil debido a la sutil evidencia de metales contaminantes y al tiempo limitado para detectarlas. Utilizando datos del telescopio espacial Gaia, el equipo aplicó la IA para analizar más de 100.000 posibles enanas blancas. Un grupo de 375 estrellas mostró indicios de contaminación por metales pesados, que fueron confirmados con el telescopio Hobby-Eberly en el Observatorio McDonald de UT.

"Nuestro método puede multiplicar por diez el número de enanas blancas contaminadas conocidas", afirmó Kao. "Esto nos permitirá estudiar mejor la diversidad y geología de los planetas fuera de nuestro sistema solar y determinar si la vida puede existir en otros lugares del universo".

Este avance es un ejemplo de cómo la IA está revolucionando la investigación científica. UT Austin ha declarado a 2024 el Año de la IA para destacar estos desarrollos. La investigación utilizó datos de la misión Gaia de la Agencia Espacial Europea y recursos del Centro de Computación Avanzada de Texas en UT Austin.

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