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Sáb, Sep

Ciencia y Tecnología

En un descubrimiento que dejó boquiabiertos a los astrónomos, los telescopios ALMA y Webb de la NASA revelaron discos y chorros gemelos que emergen de estrellas jóvenes en un sistema de estrellas múltiples.

El equipo de científicos apuntó el Telescopio Espacial James Webb hacia WL 20, un grupo de estrellas jóvenes, y lo que encontraron fue sorprendente. Aunque esta región ha sido estudiada desde la década de 1970, sólo la resolución sin precedentes del Webb permitió descubrir que lo que se pensaba era una sola estrella, WL 20S, en realidad son dos, formadas hace entre 2 y 4 millones de años.

Utilizando el instrumento de infrarrojo medio (MIRI) del Webb, los investigadores observaron que estas estrellas gemelas tienen chorros de gas coincidentes fluyendo desde sus polos. “Nos quedamos boquiabiertos”, dijo la astrónoma Mary Barsony. “Después de estudiar esta fuente durante décadas, creíamos que la conocíamos bastante bien. Pero sin MIRI no habríamos sabido que se trataba de dos estrellas o que existían estos chorros. Es realmente asombroso. Es como tener ojos nuevos”.

La sorpresa continuó cuando el Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA) en Chile mostró que ambas estrellas están rodeadas por discos de polvo y gas. Estos discos, posiblemente, están formando planetas. Este hallazgo se presentó en la 244ª reunión de la Sociedad Astronómica Estadounidense el 12 de junio.

“El poder de estos dos telescopios juntos es realmente increíble”, comentó Mike Ressler, científico del proyecto MIRI. “Si no hubiéramos visto que se trataba de dos estrellas, los resultados de ALMA podrían haber parecido simplemente un único disco con un hueco en el medio. En cambio, tenemos nuevos datos sobre dos estrellas que están claramente en un punto crítico de sus vidas, cuando los procesos que las formaron están llegando a su fin”.

WL 20 se encuentra en Rho Ophiuchi, una nube de gas y polvo a unos 400 años luz de la Tierra. Gracias a las capacidades del Webb para detectar longitudes de onda infrarrojas, y las observaciones de ALMA, se pudo penetrar estas capas densas y observar los discos y chorros estelares con detalle sin precedentes.

Este descubrimiento ofrece una nueva ventana al ciclo de vida de las estrellas jóvenes. "Es sorprendente que esta región aún tenga tanto que enseñarnos sobre el ciclo de vida de las estrellas", dijo Ressler. “Estoy emocionado por ver qué más revelará Webb”.

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