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Lun, Abr

Ciencia y Tecnología

Un estudio realizado por la Universidad de Monash ha arrojado interesantes hallazgos sobre las actividades que pueden ayudar a prevenir la demencia en personas mayores.

Los resultados, publicados en JAMA Network Open, muestran que el uso de computadoras, la realización de crucigramas y la práctica de juegos como el ajedrez están más fuertemente asociados con la reducción del riesgo de demencia que otras actividades, como tejer, pintar o socializar.

Los investigadores obtuvieron datos de más de 10,000 australianos de 70 años o más que participaban en el proyecto ASPREE y el subestudio ALSOP. Descubrieron que aquellos que se involucraban rutinariamente en actividades de alfabetización para adultos y tareas que ejercitaban la agilidad mental tenían entre un 9% y un 11% menos de probabilidad de desarrollar demencia en comparación con sus pares.

Las actividades creativas, como manualidades, tejer y pintar, y las actividades más pasivas, como la lectura, también reducían el riesgo en un 7%. En contraste, el tamaño de la red social de una persona y la frecuencia de salidas a lugares externos no se asociaron con una reducción significativa del riesgo de demencia.

Los resultados se mantuvieron significativos incluso después de considerar el nivel educativo y el estatus socioeconómico de los participantes, y no se encontraron diferencias significativas entre hombres y mujeres.

La profesora asociada Joanne Ryan, autora principal del estudio, señaló que identificar estrategias para prevenir o retrasar la demencia es una prioridad global. Afirmó que la manipulación activa del conocimiento previamente almacenado, como realizar tareas de agilidad mental, puede desempeñar un papel más importante en la reducción del riesgo de demencia que actividades recreativas más pasivas.

Aunque el estudio no descarta la importancia de la conexión social para la salud cognitiva y el bienestar mental, la profesora Ryan señaló que, en este grupo de participantes que ya gozaban de buena salud cognitiva y vidas socialmente activas, los beneficios cognitivos de una sólida red social pueden ser menos evidentes.

En un mundo donde la demencia afecta a millones de personas, estos hallazgos podrían ayudar a orientar a las personas mayores y a los profesionales del cuidado de adultos mayores hacia enfoques más específicos para reducir el riesgo de demencia. Mantener la mente activa y desafiada, a través de actividades como el uso de computadoras y la resolución de crucigramas, podría ser una herramienta valiosa en la lucha contra esta enfermedad neurodegenerativa.

Fuente: Universidad Monash

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