El ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, reveló los números oficiales de la reducción de empleados públicos llevada a cabo desde diciembre por la administración de Javier Milei.
Según los datos, 35.936 trabajadores estatales fueron desvinculados: 21.408 pertenecían a la administración centralizada y descentralizada, 11.951 a empresas del Estado, y 2.577 al personal militar y de seguridad.
El anuncio provocó reacciones inmediatas en el ámbito sindical. Rodolfo Aguiar, secretario general de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), lanzó una dura advertencia al Gobierno libertario. En declaraciones radiales, afirmó: _"2025 tiene que ser el año en que le robemos la motosierra y le cortemos la cabeza a ellos", refiriéndose de manera figurativa a la administración de Milei.
La metáfora, sin embargo, tomó un tono gráfico cuando Aguiar compartió una imagen generada por inteligencia artificial en sus redes sociales. En la ilustración, cuatro trabajadores con las características pecheras verdes de ATE sostienen motosierras frente a un león, símbolo que Milei utiliza como parte de su identidad política. El posteo reavivó el debate sobre los despidos masivos y la precarización laboral en el sector público.
El impacto en el empleo estatal
La decisión de Milei de avanzar con un ajuste estructural en el Estado forma parte de su plan económico para reducir el gasto público. Sin embargo, el vencimiento de 57.513 contratos laborales al 31 de diciembre de este año plantea un escenario aún más crítico, según ATE. Desde el gremio exigen que se renueven los contratos por al menos un año, además de la reincorporación de los despedidos y el fin de lo que consideran un “desguace” del Estado.
Aguiar enfatizó que el deterioro del empleo público no solo afecta a los trabajadores directamente implicados, sino que pone en riesgo los servicios que el Estado brinda a la sociedad. "La estabilidad laboral tiene que volver a ser un derecho en el empleo público. Si seguimos por este camino, los únicos beneficiados serán los grupos privados que se quedan con las funciones que antes cumplía el Estado", advirtió.
¿Autoritarismo o eficiencia?
El dirigente gremial también apuntó contra la filosofía política del Gobierno. "Este Gobierno no es democrático. El nivel de autoritarismo es enorme, y si le va bien a Milei, nos va mal a todos", sentenció. Desde el oficialismo, no obstante, defienden las medidas tomadas como un paso necesario para equilibrar las cuentas públicas y frenar el déficit fiscal que arrastra el país.
En medio de este escenario polarizado, el año 2025 se perfila como un período de alta tensión social y política. Con sindicatos en pie de guerra y un Ejecutivo determinado a cumplir sus promesas de campaña, el enfrentamiento entre ambas partes promete marcar la agenda pública en los próximos meses.
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