El economista Carlos Rodríguez, reconocido por su cercanía al presidente, lanzó duras críticas al plan de Javier Milei, subrayando que "Milei y sus seguidores van a tener que darse cuenta que en política lo que importa son los hechos y no lo que ellos se creen de ellos mismos".
En un tono contundente, Rodríguez cuestionó la efectividad de las políticas del gobierno y la falta de resultados tangibles en sus primeros cinco meses de gestión.
Rodríguez fue enfático al señalar que "no han pasado una sola ley en sus primeros 5 meses de gobierno. Quizá logren pasar una próximamente, en lo que sería una victoria pírrica y han generado una de las recesiones más rápidas y profundas de la historia del país". Esta crítica se enfoca en la inacción legislativa y el rápido deterioro económico que enfrenta Argentina bajo la administración de Milei.
El economista también criticó el enfoque del ajuste fiscal del gobierno, destacando que "el ajuste fiscal lo lograron con enorme devaluación que activó un impuesto transitorio (PAIS), licuó ingresos, jubilaciones y otros gastos sociales, paralizó obra pública y transferencias a provincias. En otras palabras, ningún ajuste estructural sostenible". Rodríguez explicó que medidas como el CEPO, el Impuesto PAIS y la obligación de los exportadores de vender divisas al BCRA son paliativos temporales que sostienen una "ficción inflacionaria".
Rodríguez subrayó el impacto negativo de estas políticas en el empleo, afirmando que "basta ver la evolución reciente de las cifras oficiales de empleo en los sectores privado y público para darse cuenta donde está cayendo el costo de las políticas implementadas". Según él, estas cifras demuestran claramente el peso de las medidas gubernamentales sobre la economía real y el empleo.
Finalmente, el economista instó al gobierno a fomentar el diálogo y la unidad para lograr una estabilización y crecimiento sostenible del país. "La estabilización y posterior crecimiento sostenible del país requieren unidad y no más divisiones", afirmó Rodríguez. También criticó la concentración de esfuerzos en la Ley Bases, que ha pasado de 664 puntos en su versión original a 232 en la actual, sugiriendo que el enfoque no debe limitarse a una sola ley, sino a un proceso más amplio y participativo.
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