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Vie, Oct

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La inscripción al Registro de Acceso a los Subsidios a la Energía (RASE) se extendió hasta el 4 de septiembre, según informó el funcionario Adorni. Esta prórroga otorga un mes adicional a los hogares argentinos para inscribirse y mantener los beneficios en el precio de los servicios de energía residencial.

Desde 2022, la segmentación de subsidios divide a los hogares en tres categorías basadas en los niveles de ingresos: altos ingresos (N1), ingresos bajos (N2) e ingresos medios (N3). Según los datos oficiales más recientes, el grupo N1 incluye a 5,3 millones de hogares, el N2 a 8 millones, y el N3 a 2,7 millones. Aquellos que no completen el trámite de inscripción serán categorizados como N1, perdiendo así el subsidio a la electricidad.

En cuanto al gas, el Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas) tiene mayor capacidad para gestionar la subvención debido a la información más completa que maneja a nivel nacional, lo que facilita una depuración más efectiva.

En relación con las tarifas, las facturas de luz y gas de agosto llegarán con incrementos significativos, con subas de hasta 1.200%. Un informe del Observatorio de Tarifas y Subsidios del Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP), dependiente de la UBA y el Conicet, reveló que las familias del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) necesitaron más de $140.000 en julio para cubrir las tarifas de servicios públicos. Este costo se espera que aumente aún más en agosto y septiembre debido a la eliminación de subsidios, el aumento de precios y el mayor consumo de energía durante el invierno.

El análisis del IIEP calculó que un hogar promedio del AMBA necesita $142.645 para cubrir sus necesidades de energía, transporte y agua potable en julio, lo que representa un incremento del 374% en comparación con diciembre de 2023, cuando el costo era de $30.100. Este aumento se debe a las actualizaciones en las tarifas de transporte (enero y febrero), energía eléctrica (febrero y junio), agua y gas natural (abril y junio). Además, el consumo de gas natural y energía eléctrica aumenta en invierno debido a la mayor demanda, lo que eleva aún más las facturas.

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