El fuerte salto en las importaciones y la caída de exportaciones empujan a un desequilibrio comercial que impacta directamente sobre las reservas del Banco Central.
El desequilibrio externo sigue profundizándose para la economía argentina. Según datos oficiales del Ministerio de Economía de Brasil, en lo que va de 2025 Argentina acumula un déficit comercial de casi U\$S 2.000 millones con su principal socio comercial, una cifra que representa un giro radical respecto al saldo levemente positivo registrado en el mismo período de 2024.
Solo en abril, el rojo fue de U\$S 625 millones, el más elevado desde agosto del año pasado, marcando el noveno mes consecutivo con resultado negativo en el intercambio bilateral.
De superávit a retroceso sin freno
Durante el primer cuatrimestre, las importaciones argentinas desde Brasil subieron un 45 % interanual, mientras que las exportaciones cayeron un 20 %, reflejando un problema estructural que excede la coyuntura. De hecho, el informe de la consultora Abeceb —fundada por Dante Sica y actualmente liderada por Mariana Caminos— advierte que el deterioro responde a la normalización del comercio exterior tras años de cepo, sumado al atraso cambiario y a la reactivación del consumo local que impulsa más compras externas.
En términos absolutos, el déficit de U\$S 1.892 millones en los primeros cuatro meses de 2025 implica un deterioro de casi U\$S 1.927 millones respecto al leve superávit de U\$S 35 millones registrado en el mismo período de 2024.
El sector automotor encabeza el rojo
El rubro que más empuja el déficit es el automotriz, donde la importación de vehículos de pasajeros creció un 164 % interanual y la de transporte de mercancías, un 343 %. Estas operaciones explican el 76 % del incremento importador.
En paralelo, se importó más soja (290,9 % de aumento) y energía eléctrica (169,8 % más), pero estas compras no alcanzan a compensar el derrumbe exportador, en especial en aceites combustibles (-84,8 %) y mineral de hierro (-74,9 %).
Del lado argentino, las ventas a Brasil retrocedieron a U\$S 972 millones en abril, con una caída del 20 % anual, arrastradas por el mal desempeño de los sectores agroindustriales. Las exportaciones de trigo, cebada y productos hortícolas sufrieron fuertes bajas interanuales de entre 7 % y 51 %, lo que contribuyó a un desplome generalizado de los ingresos.
Turismo y servicios: más presión sobre la balanza de pagos
La situación se agrava si se consideran otros factores de la balanza de pagos. En el primer trimestre de 2025, el déficit total fue de U\$S 2.750 millones, casi la mitad del rojo de todo 2024. Y el 38,1 % de los viajes al exterior realizados por argentinos tuvieron como destino Brasil, según la última Encuesta de Turismo Internacional del INDEC.
El salto del 98,8 % en salidas de argentinos al exterior, combinado con un descenso del 24 % en el ingreso de turistas, acentúa la salida neta de divisas, profundizando la fragilidad externa del país.
Proyecciones alarmantes
Abeceb proyecta que, de no mediar cambios en la dinámica del comercio y la política macroeconómica, el déficit bilateral con Brasil podría cerrar 2025 en torno a los U\$S 6.000 millones, veinte veces más que el saldo negativo de 2024 (U\$S 308 millones).
Mientras tanto, la política de estabilización del gobierno, basada en la apreciación del tipo de cambio y el control de la inflación vía recesión, sigue deteriorando la competitividad del sector exportador.
Y el saldo final lo paga el Banco Central: sin dólares del comercio, las reservas siguen bajo presión, mientras se cumple con el FMI pero se debilita la capacidad real de la economía para sostenerse sin nuevos préstamos.
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