La situación del consumo masivo en Argentina se encuentra en una de sus peores etapas, con una fuerte contracción que afectó duramente a supermercados y autoservicios.
Según datos de la consultora Scentia, el consumo en septiembre cayó más del 20% interanual, siendo el interior del país el más afectado, con desplomes superiores al 30%.
El contexto inflacionario, la pérdida de poder adquisitivo y la incertidumbre económica generada en torno a las elecciones presidenciales han sido factores determinantes en esta desaceleración. Desde la consultora, advierten que este mes se perfila como "la contracción más fuerte de los últimos años".
Los números de la caída
En detalle, los supermercados registraron una baja interanual del 22,9%, mientras que en los autoservicios independientes el descenso fue aún más pronunciado, alcanzando el 30,8%. A nivel acumulado, las caídas también son significativas: 13,6% en supermercados y 17,6% en autoservicios.
La categoría más afectada sigue siendo la de productos "impulsivos" como alfajores, bombones y cigarrillos, con un desplome del 37,2%. Las bebidas con alcohol (-30,7%) y el rubro de higiene y cosmética (-28,3%) también reflejan los mayores retrocesos en el consumo.
Factores detrás de la baja
El economista Sebastián Menescaldi, director de Eco Go, señala dos causas principales: la pérdida de ingresos, especialmente entre los trabajadores informales, y las distorsiones de precios entre los supermercados y los pequeños comercios. "El sector privado formal fue el que más recuperó, pero es un conjunto más pequeño", explica Menescaldi.
Durante septiembre de 2023, los supermercados fueron uno de los pocos lugares donde se podían encontrar programas como Precios Cuidados, lo que exacerbó el consumo en comparación con los comercios de barrio, que tenían precios mucho más elevados. Sin embargo, esto no fue suficiente para evitar la fuerte caída en el consumo general.
Isaac Rudnik, director del ISEPCI, agrega que la política económica del Gobierno, centrada en contener la inflación a costa de una baja en la actividad económica, también impacta en las ventas. "No sorprende la caída", comenta, aludiendo a los ajustes en servicios esenciales, que obligan a muchas familias a restringir aún más sus consumos.
El turismo como excepción
A pesar del derrumbe en el consumo masivo, no todos los sectores enfrentan el mismo destino. Un parador turístico de renombre señaló una recuperación del 20% durante el último feriado del 12 de octubre, respecto a la caída sufrida en meses previos. "Para el turismo, este finde es el test de la temporada", señala una fuente del sector, que observa con moderado optimismo lo que podría ser una temporada alta mejor de lo esperado.
Perspectivas
Con octubre mostrando una leve mejora en los primeros días, con una caída "solo" del 10%, muchos actores del sector esperan con cautela la evolución de la demanda. Sin embargo, la tendencia a la baja en la segunda quincena del mes sugiere que el escenario de recuperación aún parece lejano para la mayoría de los comercios, con especial preocupación en el interior del país, donde la situación es más crítica.
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