El objetivo del gobierno de alcanzar una inflación mensual del 2% parece alejarse cada vez más, según lo revelan las consultoras económicas que participan del Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) del Banco Central de la República Argentina (BCRA).
Mientras la administración nacional insiste en que la inflación convergerá en el 2%, las principales consultoras porteñas proyectan un escenario muy diferente: una inflación mensual del 3,5% hasta febrero de 2025.
El último informe del REM, publicado por el BCRA, revela que los analistas estiman que la inflación interanual cerrará en 123,7% para 2023. Las cifras de las 10 consultoras más influyentes de la City porteña, participantes del REM, sostienen que la inflación mensual de septiembre será del 3,5%, y seguirá oscilando entre un 3,3% y 3,5% hasta principios de 2025. En este contexto, las previsiones del gobierno sobre la convergencia inflacionaria parecen cada vez más lejanas.
El tipo de cambio también es una preocupación creciente. En su octavo relevamiento del año, las consultoras han ajustado significativamente sus proyecciones para el valor del peso frente al dólar. Estiman que el tipo de cambio oficial llegará a 1.379 pesos en los próximos 12 meses, un salto del 24,8% respecto a las predicciones de agosto. Este ajuste responde a expectativas de devaluaciones controladas, pero los rumores de una devaluación más abrupta también circulan. Si bien los analistas privados no prevén una devaluación tan feroz como la que implementó Luis Caputo al inicio del gobierno anterior, las tensiones no han desaparecido, especialmente en sectores agroexportadores que podrían presionar por un ajuste cambiario más pronunciado para mejorar su rentabilidad.
El fenómeno inflacionario y las expectativas de devaluación han mantenido la tasa de interés en terreno positivo. Según el informe del REM, las consultoras estiman que la tasa nominal anual (TNA) del BCRA será del 38,5% para agosto, lo que equivale a una tasa efectiva mensual del 3,2%. Para diciembre, prevén un ligero aumento, llegando al 39,0% TNA. Esta política monetaria busca evitar que la inflación se dispare aún más, aunque el impacto sobre el tipo de cambio será clave para la estabilidad macroeconómica.
A pesar de estas previsiones pesimistas, el gobierno mantiene su optimismo sobre una reactivación económica en el tercer trimestre de 2024, después de una fuerte contracción en el primer semestre del año. Las consultoras que participan del REM proyectan una caída del 3,8% en el Producto Interno Bruto (PIB) real para 2024, con la esperanza de una leve recuperación hacia finales del año.
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