Más de 2,5 millones de estudiantes pueden verse afectados en su formación académica. 10.000 docentes ya se fueron del sistema universitario por salarios de miseria.
Más de 2,5 millones de estudiantes asisten a las universidades nacionales. El segundo cuatrimestre de 2025, sin embargo, corre peligro real. No es un dato menor: sin docentes no hay cursada, y sin cursada no hay título, ni calidad ni futuro profesional.
El gobierno, en lugar de responder a las notas institucionales del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), corre el eje de la discusión. La ministra y su equipo intentan reducir el problema a un simple cambio administrativo, cuando la realidad es cruda: 10.000 docentes dejaron sus cargos por salarios paupérrimos —en muchos casos, ni siquiera les alcanza para el transporte—.
DOCENTES CAÍDOS, CARRERAS EN DEUDA
La urgencia por reemplazos no soluciona el problema. Reemplazar a un docente no es automático: es años de formación perdida. Muchas carreras nuevas ni siquiera cuentan con los fondos necesarios —o ya se dejaron de transferir— para sostener las cátedras de cursada. Ese es el riesgo concreto: educación incompleta, titulados incompletos, un país que se debilita.
SALARIO PERDIDO Y FONDOS QUE NO LLEGAN
El propio gobierno admite la reducción del 35 % del salario docente entre 2023 y 2024. Pero no propone medidas reales: ni un plan de remediación salarial, solo respuestas por redes en lugar de convocatoria genuina.
Hoy esas cifras respaldan el proyecto de Ley de Financiamiento Universitario, aprobado en Diputados, que propone garantizar ajustes automáticos con el índice de precios, como el mismo Estado reconoce.
SE PODRÍA HABER ELEGIDO OTRO CAMINO
Sorprende que el Gobierno elija comunicados de redes en lugar de un llamado formal al diálogo con el CIN. Es lamentable que prefiera la exposición pública y el enroque digital en vez de una mesa técnica que trabaje soluciones concretas.
La crisis es real. Los números lo dicen. El CIN lo sabe. El ministerio también. Y si no actúa, no sólo corre riesgo el segundo cuatrimestre: corre riesgo la universidad pública misma.
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