En el Día del Trabajador, el intendente encabezó la inauguración de una nueva rotonda en homenaje a la clase obrera, acompañado por gremios y dirigentes locales.
La esquina de las avenidas San Martín y Perón sumó un nuevo punto de referencia en Río Gallegos: la Rotonda de los Trabajadores Argentinos. Pero más allá del concreto y el cartel, fue una jornada donde el reclamo social y la memoria obrera se alzaron con fuerza.
Este jueves, con una puesta cargada de simbolismo y oradores filosos, el intendente Pablo Grasso lideró el acto de inauguración del nuevo espacio urbano en conmemoración del Día Internacional del Trabajador. La rotonda, simple pero significativa, fue el punto de encuentro para funcionarios, gremios y mensajes con tono electoral.
Entre los presentes estuvieron los diputados provinciales Agostina Mora y Eloy Echazú; la presidenta del Concejo Deliberante, Soledad Kamú; el concejal Martín Chávez; y representantes de una extensa nómina de sindicatos: SOEM, Viales, La Bancaria, UOCRA, SMATA, CTA, Comercio, Petroleros de la Cuenca Austral, Camioneros, AOMA, YCRT, Luz y Fuerza, Judiciales y la Federación de Remiseros.
Un acto obrero con tono político
El primero en hablar fue Marcelo Turchetti, dirigente petrolero, quien apeló a la memoria del peronismo clásico: “No nos olvidemos nunca del legado del general Perón. Todo lo que tenemos se lo debemos a él”, lanzó. Y no se quedó ahí. “Nos tenemos que unir porque se vienen tiempos difíciles. Vienen las elecciones y hay que acordarse de lo que teníamos... y de lo que tenemos ahora”.
La siguiente en tomar la palabra fue Griselda Fabregat, de La Bancaria. Su discurso fue más directo aún: “Hay gente que está siendo castigada por el Gobierno nacional, que está dejando el desastre. Las pérdidas de derechos van a socavar todo lo que logramos”.
Por último, Pedro Mansilla del SOEM cerró la fila gremial con una advertencia: “Hay dirigentes que con su silencio acompañan a quienes van en contra de los trabajadores. La clase obrera tiene que organizarse para afrontar los cambios que se están dando”.
Un símbolo con dedicatoria
La rotonda, emplazada en un cruce simbólico, lleva una inscripción contundente: “Rotonda de los Trabajadores Argentinos. La única lucha que se pierde es la que se abandona”. Y fue esa frase, repetida durante el acto, la que sintetizó el clima: un homenaje, sí, pero también una declaración de resistencia.
Pablo Grasso, en tanto, evitó confrontar directamente con Nación, pero su mensaje no fue neutral: “Este espacio es para no olvidar quiénes sostienen todos los días la ciudad, la provincia, el país. El trabajo dignifica, pero también exige ser defendido”.
En tiempos donde la desocupación preocupa y los recortes nacionales generan tensión social, el acto dejó en claro que el municipio eligió plantarse. Y que la rotonda no solo marca un cruce vial, sino también una encrucijada política.
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