En un clima de tensión, el PRO presentó un proyecto en el Congreso con el objetivo de privatizar Aerolíneas Argentinas, argumentando que la compañía necesita operar "bajo criterios de eficiencia comercial".
Según los legisladores de ese partido, la medida permitiría mejorar la calidad del servicio y ampliar las rutas aéreas, facilitando el acceso para más ciudadanos.
El proyecto subraya que, en los últimos años, viajar con la aerolínea de bandera se ha convertido en un lujo inalcanzable para la mayoría de los argentinos. "Los precios elevados de los pasajes, sumados a una oferta limitada de rutas, hacen que volar sea un privilegio financiado por los sectores más vulnerables", señala la iniciativa.
Contexto gremial
El proyecto del PRO llega en un momento de fuerte conflicto interno en la empresa. Los gremios aeronáuticos mantienen un reclamo por mejoras salariales que en las últimas semanas ha derivado en paros que afectaron severamente a miles de pasajeros. La última medida de fuerza tuvo un impacto directo en 150 vuelos y dejó a 15.000 personas varadas, lo que generó duras críticas por parte del presidente de la compañía, Fabián Lombardo.
Lombardo catalogó la huelga como "extorsiva y sin lógica", pero admitió que la situación financiera de Aerolíneas es crítica y que hay un mandato del Gobierno para "hacer la empresa más atractiva a la inversión privada". Sin embargo, también aclaró que la privatización aún no está permitida por el Congreso.
Un proyecto alineado con la visión de Milei
Aunque la privatización de Aerolíneas no es nueva en el debate político argentino, el contexto ha cambiado con la llegada de Javier Milei a la presidencia. El economista liberal ha señalado en varias ocasiones que la empresa debe desvincularse del Estado. El proyecto del PRO parece ser un primer paso en esa dirección, en línea con las políticas que ha esbozado el nuevo Gobierno.
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