fbpx
26
Sáb, Abr

Ciencia y Tecnología

Después de más de 50 años de misterio, la ciencia finalmente logró visualizar con precisión atómica cómo funciona uno de los mecanismos más esenciales para la vida tal como la conocemos: el transportador mitocondrial de piruvato, una pequeña pero poderosa máquina molecular ubicada en el corazón de nuestras células.

El descubrimiento fue realizado por investigadores de la Unidad de Biología Mitocondrial del Consejo de Investigación Médica (MRC) de la Universidad de Cambridge, y acaba de ser publicado en la revista Science Advances. No se trata solo de una revelación biológica, sino de un hallazgo con potencial terapéutico monumental, que podría aplicarse en enfermedades tan diversas como la diabetes, el cáncer, la enfermedad del hígado graso, el Parkinson y hasta la calvicie.

“Funciona como las esclusas de un canal, pero a escala molecular”, explicó el profesor Edmund Kunji, uno de los autores principales del estudio.

¿Qué hace el transportador de piruvato?

Todo comienza con el azúcar que comemos. Ese azúcar, tras ser procesado por nuestras células, se convierte en una molécula llamada piruvato. Pero para que esa molécula se transforme en energía útil (en forma de ATP), necesita entrar en la mitocondria, la “central energética” celular. Y ahí aparece este transportador.

Ubicado entre las dos membranas que rodean a la mitocondria —la externa, porosa, y la interna, mucho más selectiva—, este transportador actúa como una esclusa, permitiendo que el piruvato cruce una puerta molecular que hasta ahora era invisible a los ojos de la ciencia.

Gracias a la criomicroscopía electrónica, que amplía estructuras hasta 165.000 veces su tamaño, los científicos pudieron visualizar la estructura exacta del transportador y entender cómo se abre y se cierra para dejar pasar el piruvato.

“Parecía sencillo, pero no lo era. Hasta ahora, no habíamos podido ver el mecanismo completo”, detalló Maximilian Sichrovsky, coautor y estudiante de doctorado en Cambridge.

¿Por qué es tan importante este hallazgo?

Porque ahora que sabemos cómo funciona, también podemos intervenirlo.

- En cánceres como el de próstata, muchas células tumorales dependen del piruvato para sobrevivir. Bloquear este canal podría privarlas de energía y hacer que mueran.
- En la enfermedad del hígado graso, inhibir el transportador puede forzar al cuerpo a usar la grasa acumulada como combustible, reduciendo el daño hepático.
- En personas con pérdida de cabello, impedir el ingreso de piruvato obliga a las células foliculares a producir lactato, lo que estimula el crecimiento capilar.
- Y en condiciones metabólicas como la diabetes, controlar este canal puede reprogramar el uso energético de las células.

“Los fármacos que inhiben esta función podrían modificar el modo en que las mitocondrias generan energía”, explicó Kunji.

Un blanco para fármacos del futuro

El equipo de Cambridge afirma que este avance abre la puerta a un nuevo campo en el diseño de medicamentos. Al comprender la estructura atómica del transportador, es posible diseñar moléculas que encajen perfectamente para bloquearlo o modificarlo, con una precisión nunca antes posible.

“Esto es un punto de inflexión. Podemos diseñar fármacos mejores y más específicos. El transportador de piruvato ahora es un objetivo farmacológico real”, subrayó Kunji.

Si llegaste hasta acá tomate un descanso con la mejor música