Durante años se supo que dormir es fundamental para consolidar la memoria. Sin embargo, un nuevo estudio realizado por investigadores del Instituto de Investigación Rotman de la Universidad de Toronto sugiere que el sueño no solo evita que los recuerdos se deterioren, sino que además puede mejorar activamente la precisión con la que recordamos eventos del mundo real.
Los hallazgos, publicados en Nature Human Behaviour, marcan un avance en la comprensión de cómo nuestro cerebro procesa la información mientras dormimos y por qué ciertos recuerdos perduran más que otros.
El experimento:
Para llevar a cabo el estudio, los científicos utilizaron el Tour de Baycrest, una experiencia inmersiva donde los participantes recorrieron una serie de obras de arte con una audioguía. Luego, fueron sometidos a pruebas de memoria en distintos momentos: justo después del recorrido, al día siguiente, a la semana, al mes y hasta un año después.
Los investigadores querían medir qué tipo de recuerdos se fortalecen con el tiempo. Específicamente, compararon la capacidad de recordar detalles específicos (como el color de una pintura) con la habilidad de recordar el orden en que ocurrieron los eventos.
Dormir mejora el recuerdo de secuencias, no de detalles
El hallazgo más impactante fue que una sola noche de sueño ayudó a consolidar la memoria de secuencias, es decir, el orden en que ocurrieron los eventos. Este efecto se mantuvo incluso un año después, mientras que la memoria de los detalles se fue perdiendo con el tiempo.
Para comprobarlo, los investigadores repitieron el experimento con 77 participantes divididos en dos grupos:
- Un grupo hizo el recorrido por la noche, completó una prueba de memoria y luego durmió en un laboratorio mientras se monitoreaba su actividad cerebral. Al despertar, volvieron a rendir la prueba.
- El otro grupo hizo el recorrido por la mañana, realizó la prueba y permaneció despierto durante todo el día antes de hacer la segunda prueba por la noche.
El resultado fue claro: solo aquellos que durmieron mejoraron su memoria de secuencias, mientras que en los que se mantuvieron despiertos, tanto la memoria de secuencias como la de detalles se deterioró por igual.
Un cambio en la visión sobre la memoria y el sueño
Tradicionalmente, se pensaba que el sueño solo protegía los recuerdos del deterioro. Sin embargo, este estudio demuestra que, en ciertas circunstancias, el sueño puede mejorar la memoria y hacer que ciertos recuerdos sean aún más precisos con el tiempo.
"Esto es fundamental porque la memoria generalmente se deteriora con el tiempo", explicó Brian Levine, autor principal del estudio. "Nuestro estudio demuestra que, en ciertas circunstancias, el efecto del sueño no solo la protege, sino que la refuerza activamente".
Estos resultados podrían abrir nuevas líneas de investigación sobre la memoria, especialmente en áreas como el recuerdo de experiencias emocionales o traumáticas. Además, plantean interrogantes sobre cómo el sueño podría utilizarse para optimizar el aprendizaje en distintos ámbitos, desde la educación hasta la rehabilitación cognitiva.
Por ahora, la ciencia ha dado un paso más en la comprensión de cómo el cerebro procesa los recuerdos mientras dormimos. Y parece que, al menos para recordar mejor los momentos de nuestra vida, dormir bien sigue siendo la mejor estrategia.
Si llegaste hasta acá tomate un descanso con la mejor música