Un reciente estudio realizado por un equipo internacional de biólogos, investigadores médicos y especialistas en sueño revelaron un vínculo preocupante entre la exposición prolongada a la luz durante la noche, la oscuridad durante el día y un mayor riesgo de muerte prematura.
Los resultados, publicados en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias, refuerzan la importancia de mantener un ciclo circadiano saludable, destacando que las alteraciones en este ritmo biológico natural pueden tener graves consecuencias para la salud, especialmente en personas con enfermedades cardíacas.
La investigación se basó en datos de 88.905 personas de más de 62 años, obtenidos del Biobanco del Reino Unido, un enorme repositorio biomédico. Estos datos incluían registros de exposición a la luz gracias a dispositivos de muñeca que las personas usaban para medir los niveles de luz a los que estaban expuestos tanto de día como de noche. A lo largo de ocho años de seguimiento, se documentaron 3.750 muertes, de las cuales 798 estuvieron relacionadas con problemas cardíacos. La investigación mostró que quienes estuvieron expuestos a luz durante la noche, alterando su ritmo circadiano, tenían un riesgo significativamente mayor de morir prematuramente.
Riesgo cardíaco y exposición nocturna a la luz
El impacto de la luz nocturna fue especialmente pronunciado en personas con enfermedades cardíacas preexistentes. El estudio reveló que la exposición frecuente a luces brillantes por la noche desestabiliza el ciclo circadiano, lo que, a su vez, puede empeorar estas condiciones, haciendo que las personas sean más propensas a sufrir complicaciones graves o mortales.
Los investigadores también hallaron que aquellas personas que lograban exponerse a más luz natural durante el día redujeron su riesgo de mortalidad. Esto sugiere que, además de evitar la luz nocturna, es esencial que las personas se expongan a la luz diurna para mantener un equilibrio saludable en sus ritmos biológicos.
El ritmo circadiano, clave para la salud
Este estudio refuerza investigaciones previas que señalan cómo la interrupción del ritmo circadiano, que regula procesos biológicos fundamentales como el sueño, la temperatura corporal y las hormonas, puede desencadenar una serie de problemas de salud, entre ellos, la muerte prematura. El ritmo circadiano es especialmente vulnerable a la luz, lo que explica por qué la exposición nocturna prolongada —debido a pantallas, luces artificiales o trabajo nocturno— tiene efectos tan dañinos.
Recomendaciones para mejorar la salud
Los autores del estudio sugieren que la clave para reducir estos riesgos es simple: evitar la exposición a la luz durante la noche y la madrugada, cuando el cuerpo es más sensible a las alteraciones circadianas. Al mismo tiempo, se recomienda aumentar la exposición a la luz natural durante el día. Esto ayuda a sincronizar mejor el ritmo biológico con los ciclos de luz y oscuridad naturales, mejorando tanto el bienestar general como la longevidad.
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