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Sáb, Abr

Ciencia y Tecnología

Un nuevo estudio liderado por un investigador de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Boston (BUSPH) reveló una relación entre la desconfianza en la seguridad y eficacia de las vacunas para niños y adultos en Estados Unidos y la predisposición a tener opiniones negativas sobre las vacunas para mascotas, especialmente para perros.

La confianza en las vacunas tanto para adultos como para niños ha disminuido en el contexto de la pandemia, debido en parte a percepciones erróneas y desconfianza en las vacunas contra el COVID-19. Este estudio, publicado en la revista Vaccine, indica que esta hesitación hacia las vacunas también afecta a las vacunas para animales de compañía.

La investigación, realizada entre el 30 de marzo y el 10 de abril de 2023, encuestó a 2,200 dueños de perros en Estados Unidos. Se descubrió que más del 50% de los dueños de perros expresaron algún nivel de duda sobre las vacunas caninas, mostrando escepticismo hacia la vacunación de sus mascotas contra enfermedades como la rabia.

Los resultados revelaron que alrededor del 40% de los dueños de perros consideran que las vacunas caninas son inseguras, más del 20% piensan que son ineficaces y cerca del 30% las perciben como médicamente innecesarias. Además, aproximadamente el 37% de los encuestados creen erróneamente que la vacunación canina podría causar autismo en los perros, a pesar de que no existen evidencias científicas que respalden este riesgo.

Un aspecto importante del estudio es la identificación de un "efecto de derrame" de la desconfianza en las vacunas. Aquellas personas que tienen actitudes negativas hacia las vacunas para humanos también son más propensas a tener opiniones negativas sobre las vacunas para sus mascotas. Este grupo también tiende a oponerse a políticas que promuevan la vacunación generalizada de mascotas.

A pesar de estas actitudes, la mayoría de los estados en Estados Unidos requieren que los perros domésticos sean vacunados contra la rabia. La rabia sigue siendo una amenaza para la salud, con una tasa de mortalidad cercana al 100%. La vacuna contra la rabia es menos accesible en países en desarrollo en comparación con Estados Unidos y otros países de ingresos altos, y más de 59,000 personas mueren por rabia transmitida por perros en todo el mundo anualmente.

Los investigadores advierten que la desconfianza en las vacunas para mascotas podría tener implicaciones serias tanto para la salud animal como para la humana. La Asociación Americana de Hospitales para Animales considera las vacunas como fundamentales para la salud canina y recomienda un conjunto básico de vacunas para los perros.

Aunque la hesitación hacia las vacunas caninas aún no representa una amenaza inminente para la salud pública en Estados Unidos, los investigadores enfatizan la importancia de abordar las preocupaciones con datos sólidos y científicos para evitar posibles consecuencias negativas en la salud animal y humana.

Fuente: Universidad de Boston