En su cuenta personal de twitter Elisa Carrió salió al rescate de la patria contratista y más en general del conjunto de la clase capitalista que ´se la llevó en pala´ bajo el gobierno anterior. Sin sonrojarse la autodenominada fiscal de la república sentenció: “las empresas fueron extorsionadas por De Vido. Hay que diferenciar entre las que hicieron negocios (Electroingeniería) de las que fueron obligadas”.
De este modo Carrió repite el libreto escrito por los abogados de la Cámara de la Construcción y los empresarios que hicieron su agosto con el gobierno pasado, que se presentan como ´víctimas´ de la corruptela de los De Vido, Jaime y cia. Estas ´víctimas´, sin embargo, embolsaron ganancias siderales durante el kirchnerismo al punto que fueron un puntal de la reelección de Cristina Fernández en el 2011. Los negocios fueron tan amplios como lucrativos. Desde la importación de energía, a la megaminería, pasando por la obra pública y las concesiones de las empresas de servicios públicos. La corruptela adquirió un grado institucional con los llamados ´subsidios´ a empresas de diverso tipo, que hoy el propio macrismo mantiene mientras los va reemplazando por tarifazos.
Contra lo que dice Carrió, la corruptela que une a empresarios y funcionarios le permite a éstos últimos tener un control del Estado y del gobierno. En la democracia capitalista, a diferencia de otros regímenes de dominación del pasado, la clase social dominante delega en funcionarios políticos el manejo del Estado, que controla indirectamente a través de diversos mecanismos, entre los que se destaca la corruptela de los funcionarios, que se llevan una porción menor de los negocios.
El twit de Carrió va más a fondo ya que diferencia entre distintos tipos de empresarios coimeros –habría de los buenos y de los malos. La singularización en Electroingeniería no es casual. Las denuncias de corrupción se han transformado en un instrumento del gran capital internacional para quedarse con ciertas áreas de la economía que están mayormente controladas por sectores de la burguesía nacional. En esta pelea por la transferencia de patrimonios importantes Carrió se coloca como agente directo del Departamento de Estado.
Dicho esto es indudable que Carrió busca justificar su apoyo al macrismo, que gobierna para los mismos grupos capitalistas que negociaron con los De Vido y cia. Defiende un gobierno de corruptos, al servicio de una clase social corrompida.