La ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, inauguró la nueva cárcel federal de Coronda, Santa Fe, con un acto que desató polémicas por la falta de finalización de las obras y la utilización de presos "prestados" para simular su funcionamiento.
Aunque el evento fue presentado como un hito en la lucha contra el delito, la infraestructura penitenciaria no estará operativa hasta dentro de al menos tres meses, según confirmó el intendente de Coronda, Ricardo “Bachi” Ramírez.
Un show para las cámaras
En su cuenta de X, Bullrich publicó imágenes del acto acompañadas de un mensaje contundente: “Encerramos a los primeros delincuentes que estarán tras las rejas en este complejo. ¡El que las hace, las paga!”. Sin embargo, lo que parecía un logro en materia de seguridad resultó ser un montaje. Los reclusos trasladados desde Buenos Aires para las cámaras fueron devueltos a sus lugares originales tras permanecer apenas unos minutos en el penal santafesino.
El intendente Ramírez expresó su descontento con la puesta en escena. “Nos habían dicho que los internos llegarían en 45 o 60 días. Lo que vimos fue un operativo para grabar imágenes, no algo real”, afirmó. También aclaró que la cárcel aún carece de infraestructura básica, lo que impide que sea funcional en el corto plazo.
Ausencias y tensiones políticas
La inauguración estuvo marcada por la ausencia del gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, quien decidió no participar a último momento. Aunque oficialmente se informó que fue por cuestiones de agenda, trascendidos indicaron que Pullaro buscó evitar asociarse a lo que calificaron como un acto de "lucimiento mediático" exclusivo de Bullrich. En su lugar, envió al ministro de Seguridad provincial, Pablo Cococcioni.
Entre los presentes estuvieron el secretario de Derechos Humanos, Emilio Jatón, y el diputado nacional Gabriel Chumpitaz, quienes participaron del acto que comenzó alrededor de las 11 de la mañana.
Obras inconclusas y promesas
La cárcel federal de Coronda, que tiene como objetivo liberar las comisarías colapsadas de la provincia y mejorar las condiciones de seguridad, todavía no está en condiciones de recibir internos de manera permanente. Según Ramírez, las obras de infraestructura de servicios demorarán al menos tres meses más.
A pesar de estas limitaciones, Bullrich insistió en que su gestión no tolerará la impunidad ni el delito. “Estamos abriendo más cárceles porque no vamos a tolerar el descontrol. Se acabaron los privilegios”, publicó la ministra.
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