El recientemente aprobado Presupuesto 2025 de Caleta Olivia demuestra una vez más la animosidad del Claudio Vidal y su gobierno en el que lejos de resolver los problemas de los santacruceños y que día a día trabajan para complicarles la vida a los riogalleguenses.
Una prueba contundente de esto es que la ciudad del Gorosito no pagará directamente a la Caja de Previsión Social (CPS) ni a la Caja de Servicios Sociales (CSS). En su lugar, compensará las deudas mediante acreencias con el Gobierno Provincial. Este esquema, autorizado en el artículo octavo del presupuesto municipal, lo que a todas luces es ni más ni menos que un tratamiento desigual hacia la capital provincial, Río Gallegos.
Según el presupuesto caletense, el municipio podrá “incorporar los créditos necesarios para amortizar la deuda mantenida con la CPS y la CSS” y ejecutar un “acuerdo de compensación de acreencias con el Gobierno Provincial”. El municipio argumenta que los créditos a su favor superan las deudas "supuestamente contraídas".
Esta medida contrasta con la negativa que enfrenta Río Gallegos, cuyo intendente Pablo Grasso lleva más de un año solicitando un acuerdo similar para resolver los saldos pendientes con las cajas. A pesar de varias reuniones entre funcionarios municipales y provinciales, el gobernador Claudio Vidal rechazó caprichosamente esta posibilidad.
Críticas y acusaciones
La postura de Vidal quedó clara la semana pasada, cuando afirmó que la situación de Río Gallegos implica “un claro delito” por la presunta retención de aportes no transferidos a las cajas. Sin embargo, el secretario de Legal y Técnica del municipio, Gonzalo Chute, desmintió estas acusaciones, señalando que la capital enfrenta el mismo problema estructural que afecta a todos los municipios de la provincia: un sistema de coparticipación que no se adecúa a las necesidades actuales.
Chute añadió que las deudas provinciales con Río Gallegos son mayores a las que el municipio mantiene con las cajas. “El contrasentido entre las declaraciones del gobernador y sus acciones es evidente. Con Nación se honra la deuda, pero con municipios como Río Gallegos, que no comparten su color político, la situación es otra”, afirmó.
Favoritismo político
La aprobación del presupuesto en Caleta Olivia pone en evidencia un manejo político que beneficia a municipios afines al oficialismo provincial, mientras castiga a la capital. Este favoritismo queda reflejado en la diferencia de trato: mientras Caleta avanza con un acuerdo de compensación, Río Gallegos enfrenta acusaciones, operaciones mediáticas y estancamiento en las negociaciones.
El gobernador Vidal justificó los pagos a Nación bajo el argumento de “honrar las deudas”, pero parece que esta lógica no aplica para los municipios que no responden a su línea política.
La mirada del déspota
La desigualdad en el trato hacia Río Gallegos refleja un uso discrecional de los recursos provinciales, algunos utilizados de manera ilegal y donde las prioridades no se rigen por criterios de equidad, sino por afinidades políticas. La capital provincial sigue siendo objeto de discriminaciones de un gobernador que claramente carece de capacidades para garantizar soluciones estructurales urgentes.
Si llegaste hasta acá tomate un descanso con la mejor música