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Jue, Abr

Internacional

El presidente electo de Brasil, Lula da Silva, informó que conversó por teléfono esta mañana con la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner y con otros referentes políticos de diferentes países sobre “los desafíos de Brasil y del mundo en la cuestión climática”.

Además de hablar con la vicepresidenta argentina Da Silva se comunicó con el presidente peruano, Pedro Castillo; el primer mandatario de Costa Rica, Rodrigo Chaves; el primer ministro de los Países Bajos, Mark Rutte y el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell Fontelles.

Lula posteó a través de su cuenta de Twitter: “Esta mañana hablé por teléfono con @PedroCastilloTe , @CFKArgentina , @RodrigoChavesR , @Minpres y @JosepBorrellF . Conversamos sobre los desafíos que enfrenta Brasil y el mundo en la cuestión climática y reafirmé el compromiso con un Brasil en busca de la justicia social y la lucha contra la pobreza”.

Cabe recordar que días atrás, Cristina felicitó a Lula por su triunfo frente a Jair Bolsonaro, con un afectuoso mensaje: "Hoy más que nunca, amor y mucha felicidad. Gracias pueblo del Brasil. Gracias compañero Lula por devolverle la alegría y la esperanza a nuestra América del Sur", escribió en su cuenta de Twitter.

Asimismo el presidente Alberto Fernández viajó a San Pablo para almorzar con el nuevo presidente electo, un día después de que ganara los comicios brasileños. Desde allí alberto confirmó que la Argentina sería el primer país que Lula va a visitar en toda la región y el mundo, antes de asumir su mandato.

Lula da Silva llega este martes a Brasilia por primera vez desde su victoria frente al mandatario Jair Bolsonaro, con el objetivo de reunirse con los titulares de los poderes Legislativo y Judicial y acompañar de cerca la transición.

Tiene previsto conversar con el presidente de la Cámara de Diputados, Arthur Lira, un legislador aliado de Bolsonaro, para abordar las directrices de una enmienda constitucional para aumentar los recursos del presupuesto de 2023.

El proceso de transición culminará con la toma de posesión de Lula el 1 de enero próximo, y las negociaciones buscan garantizar la gobernabilidad con un Congreso potencialmente opositor.

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