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Mar, Abr

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Los científicos han estado fascinados durante mucho tiempo con la sorprendente capacidad del ajolote, una pequeña salamandra, para regenerar casi cualquier parte de su cuerpo después de una lesión.

Ahora, investigadores de la Facultad de Medicina de Stanford han logrado un avance significativo en la comprensión de lo que hace que el ajolote sea único en este sentido.

Los investigadores descubrieron que los ajolotes tienen una versión altamente sensible de una molécula llamada mTOR, que actúa como un interruptor de encendido y apagado para la producción de proteínas. Además, las células de los ajolotes acumulan moléculas de ARN mensajero, que contienen instrucciones genéticas para producir proteínas, como una reserva de alimentos no perecederos en tiempos difíciles.

Esta combinación única de una mTOR fácilmente activable y un almacén de ARN mensajero listo para su uso permite que las células de los ajolotes produzcan rápidamente las proteínas necesarias para la regeneración del tejido después de una lesión.

La investigación, publicada en la revista Nature, revela que el ajolote aumenta la síntesis de proteínas a pesar del costo de energía después de una herida, lo que lleva a la traducción de cientos de transcritos almacenados. Esta rápida síntesis de proteínas es clave para su asombrosa capacidad regenerativa, que les permite regenerar partes enteras del cuerpo, como patas, colas, ojos e incluso corazones.

Los científicos creen que estos hallazgos podrían tener implicaciones importantes para la comprensión de la curación de heridas en humanos y la posibilidad de manipular la vía mTOR para aumentar el potencial regenerativo en nuestra especie.

La mTOR de los ajolotes es diferente a la de los mamíferos, ya que se activa con una pequeña oleada de nutrientes libres en lugar de requerir un excedente de nutrientes. Esto podría explicar su notable resistencia al cáncer, ya que la hiperactividad de la mTOR se ha relacionado con el crecimiento de tumores en muchos cánceres humanos.

Aunque aún se necesitan más investigaciones para explorar cómo se puede aplicar este conocimiento en humanos, los investigadores están emocionados por las posibilidades que se abren en el campo de la biología básica de la traducción y la curación. El ajolote continúa siendo un misterio de la naturaleza, pero cada vez estamos más cerca de entender su secreto regenerativo, lo que podría tener un impacto significativo en la medicina y la salud humana.

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