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Jue, Abr

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Se duplicaron las plazas debido a la demanda. A través de los informantes turísticos que acompañan el viaje se promueve el respeto a todo el hábitat en general y el cuidado de este recurso: “porque si nosotros no lo cuidamos no lo cuida nadie”.

Esta mañana partió el cuarto contingente hacia la Reserva Provincial de Cabo Vírgenes en el marco del Programa denominado “Febrero en Gallegos”, dentro del cual se promueve –entre otras acciones- el conocimiento de atractivos turísticos en proximidad a nuestra ciudad.

Inicialmente los grupos eran de cuarenta personas pero debido a la gran demanda de los vecinos para acceder a esta oportunidad días atrás se anunció que se duplicaba la oferta de plazas incorporando cuarenta nuevos cupos.

Desde antes de las 8:30 de la mañana comenzaron a llegar las personas registradas para el viaje, muchas familias con niños pequeños ansiosos por vivir esta experiencia. Ese es el caso de Candelaria del Pilar de 7 años y Santiago de 5. Candelaria contó que conoció la Pingüinera cuando tenía 5 años viajando junto a sus compañeros del Jardín Medalla Milagrosa, “hoy espero que podamos ver los pingüinos de vuelta así mi hermano puede conocerlos porque él nunca fue”. Por su parte Santiago se mostró muy ansioso por el viaje junto a su mamá, su tía y su hermana y dijo que además iba preparado para cuidarse mucho “porque está el CoVid”.

Andrés, un trabajador de radio de 23 años, quien comparte el viaje con su novia y amigos contó que vive en Río Gallegos desde hace 3 años pero que no había tenido posibilidad de conocer la pingüinera: “No conozco todavía muchos lugares de Gallegos, asique aprovecho esta oportunidad para conocer destinos” y emprende este viaje con expectativas de “ver la fauna de acá que es muy linda, el paisaje que me dicen que también es muy lindo y pasar una tarde linda, que no llueva y podamos disfrutar el día”.

Cristina, otra de las pasajeras de este grupo contó que había ido a la Reserva “hace años”, tantos que no recordaba cuántos habían pasado pero estima que son “seguro más de veinte” y decidió aprovechar esta oportunidad que le brinda el municipio para volver y “ver qué ha cambiado y salir un poco”. A su lado Mayra, que viaja junto a su mamá Roxana, comentó que en este viaje va a conocer los pingüinos porque la única vez que fue a la reserva era muy chiquita y no recuerda y espera que esta sea una oportunidad “para disfrutar, despejar un poco la cabeza de tanto pensar en el Coronavirus”. Su mamá recordó que la única vez que visitó la reserva fue apenas vino a vivir a la ciudad y no pudo volver a ir por cuestiones económicas porque no tienen vehículo y valoró que el municipio le brinde esta posibilidad.
Querer y cuidar lo nuestro

“Realmente muy bien ha reaccionado la gente porque es una experiencia difícil de realizar para gente que no tiene vehículo o no sabe manejar en ripio” señaló Lidia Davies, informante turística del municipio quien -junto a su compañero Christian Masegosa y el director de Turismo Cristian Canavire- acompaña en su viaje a los pasajeros, “el viaje lleva su tiempo entonces vamos comentándoles lo que pueden ir viendo de avifauna, las características de lo que es la Estancia, trabajos y demás, entonces es un aprendizaje de un sitio que todos conocemos y sabemos cómo es el campo pero nadie sabe qué es lo que se hace”. Ya en la Reserva es “llegar y encontrarse con todo ese ambiente de la pingüinera donde tenemos casi medio millón de pingüinos, saber que es la segunda más grande de Sudamérica, son datos que la gente no conoce” continuó, y agregó que incluso “hay muchos que viven acá en Río Gallegos pero que son de otras provincias del Norte, como Jujuy, Salta, Tucumán, y es muy llamativo para ellos que quizás no han salido tan afuera ver toda la estepa sin árboles sin otra vegetación que la achaparrada”.

Davies comentó que los niños se entusiasman mucho con esta experiencia, pero que es fundamental que se comprometan con el cuidado del entorno: “Por supuesto les doy las indicaciones antes de bajar que tiene que ser los padres responsables de ellos, que no quieran salir corriendo detrás de los pingüinos, que estamos en la casa de ellos entonces nosotros tenemos que respetar su lugar”. Finalmente recordó cuáles son las recomendaciones no solo para los grupos que van con el municipio sino para todos los visitantes de la reserva: “En primer lugar es el respeto a todo el hábitat en general porque tenemos que mantener el recurso, porque si nosotros no lo cuidamos no lo cuida nadie, entonces tenemos que respetar los senderos, traernos la basura, no hacer ruido en el lugar porque hay quienes van escuchando música muy fuerte y ellos se comunican de una manera muy especial y tenemos que aprender a respetarlos, no bajar a la playa como lo dice el cartel”.

Si llegaste hasta acá tomate un descanso con la mejor música