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Sáb, Mar

Economía

En medio del escándalo por la criptoestafa de $LIBRA, otro conflicto sacude al gobierno de Javier Milei. Esta vez, la denuncia apunta a la retención y subejecución de casi 70 millones de dólares que estaban destinados a proyectos de investigación científica y tecnológica en Argentina.

Denuncia ante el BID: fondos retenidos y parálisis del sistema científico

El recorte en el área de Ciencia y Técnica quedó en evidencia con la denuncia elevada esta semana ante el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) por más de 2000 referentes del sector, organizada por la Red de Autoridades de Institutos de Ciencia y Tecnología (Raicyt).

El informe detalla que, a través de la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (Agencia I+D+i), el Gobierno redujo drásticamente la ejecución de créditos internacionales, dejando sin financiamiento cientos de proyectos científicos.

Datos alarmantes:

- En 2023, la ejecución de fondos externos alcanzó los 95,3 millones de dólares.
- En 2024, esa cifra se desplomó a 24,8 millones de dólares.
- La ejecución del préstamo BID 5293/OC-AR, que en 2023 tuvo un promedio de 4,9 millones de dólares pagados por mes, cayó a 1,1 millones en 2024.

"El sistema de investigación en Argentina está prácticamente paralizado", advirtió Jeremías Incicco, del grupo Defendamos la Ciencia Argentina.

Falta de respuestas y manipulación de fondos

Desde el Gobierno, la Secretaría de Ciencia –rebajada de Ministerio bajo la gestión de Darío Genua– niega la falta de ejecución, aunque reconoce que los fondos no llegaron a los laboratorios ni a los investigadores.

Cuando en septiembre de 2024, se reveló que la Agencia I+D+i retenía al menos USD 53 millones en créditos internacionales, la administración de Milei argumentó que “el dinero estaba en ejecución”, sin dar detalles sobre su uso real.

El vocero presidencial Manuel Adorni intentó justificar la situación con una respuesta ambigua: “Nosotros ejecutamos lo que consideramos que es correcto”. Impacto directo: proyectos suspendidos y fuga de investigadores

La paralización de los fondos golpeó de lleno a los Proyectos de Investigación en Ciencia y Tecnología (PICT), una de las herramientas clave del sistema científico argentino.

Datos que reflejan la crisis:

- En 2021 y 2022, se adjudicaron alrededor de 2000 nuevos proyectos de financiamiento.
- En 2024, la cifra cayó a cero.
- La convocatoria 2023 de los PICT, que debía cerrarse en marzo de 2024, fue prorrogada seis veces y ahora tiene como fecha límite mayo de 2025.

"Esto implica una suspensión de más de un año en la puesta en marcha de nuevos proyectos", explicó el investigador Martín Rumbo, del Conicet.

Además de la fuga de jóvenes científicos al exterior, los laboratorios nacionales enfrentan la falta de insumos y el desmantelamiento de programas estratégicos, como el Plan Satelital y el desarrollo nuclear.

La sombra sobre el CAREM 25 y el retraso del ARSAT SG1

Uno de los proyectos más golpeados por la falta de financiamiento es el CAREM 25, el primer reactor nuclear modular argentino.

- En 2024, el Gobierno le recortó $30.000 millones al proyecto.
- Desde octubre de 2024, no se registra ni un solo pago.
- La inversión total del CAREM 25 ya alcanzó los USD 690 millones, pero el avance quedó detenido en el 64%.

El investigador Diego Hurtado, exsecretario de Planeamiento en Ciencia, criticó la falta de respuestas: "El presidente de la CNEA desmintió que el proyecto se iba a paralizar, pero todo está frenado. ¿Dónde está el dinero?".

Por otro lado, el ARSAT SG1, el nuevo satélite de telecomunicaciones argentino, sufrió un recorte similar. El financiamiento se redujo en un 99,8% en 2024, dejando en suspenso su lanzamiento.

Antes: Estaba previsto para fines de 2024 o inicios de 2025.
Ahora: El Gobierno lo retrasó hasta octubre de 2027.

Futuro incierto para la ciencia argentina

La falta de ejecución de los créditos internacionales pone en riesgo el futuro de la investigación en Argentina. Desde la agrupación Becarixs Agencia, que agrupa a jóvenes investigadores afectados por la crisis, denunciaron:

"53 millones de dólares destinados a la Agencia fueron transferidos al Banco Central, pero nunca llegaron a los laboratorios ni a nuestros salarios. ¿Dónde está ese dinero?".

El ajuste sobre la ciencia no solo pone en peligro proyectos de alto impacto, sino que también debilita el desarrollo tecnológico y la soberanía científica del país.

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