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Sáb, Mar

Economía

El Grupo Clarín, a través de su controlada Telecom, cerró la compra de la filial argentina de Telefónica por un monto de 1250 millones de dólares. La operación, confirmada desde Madrid por fuentes empresariales, deja en manos de Telecom marcas como Movistar, Tuenti y Movistar TV, que se sumarán a Personal, Flow y la ex Fibertel.

Esta movida redibuja el mapa de las telecomunicaciones en el país, consolidando a Clarín en una posición dominante dentro del sector. Según estimaciones oficiales, la compañía controlaría cerca del 70% del mercado, lo que disparó alarmas en el Gobierno Nacional.

El Gobierno interviene: “No vamos a permitir un monopolio”

Apenas trascendió la noticia, el Ente Nacional de Comunicaciones (ENACOM) emitió un comunicado en el que advirtió que evaluará la operación junto a la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNDC). Desde el Gobierno consideran que la compra podría violar regulaciones antimonopólicas y comprometer la libre competencia en el sector.

En un comunicado oficial, la Oficina del Presidente manifestó que se analizarán las implicancias de la adquisición y se tomarán medidas si se confirma una posición dominante perjudicial para el mercado y los usuarios.

"El Estado Nacional tomará todas las medidas pertinentes para evitar un nuevo monopolio formado gracias a décadas de beneficios estatales recibidos por esta empresa."

Además, destacaron que el Gobierno logró reducir la inflación en el sector de telecomunicaciones del 15,6% en diciembre de 2023 al 2,3% en enero de 2024, y que una mayor concentración de mercado podría afectar este proceso desinflacionario.

Clarín y su expansión: Una estrategia que incomoda a la Casa Rosada

La compra de Telefónica no es un hecho aislado, sino parte de una expansión más amplia del Grupo Clarín en el sector de las telecomunicaciones. Con Telecom y Cablevisión bajo su control, la empresa ya domina los servicios de telefonía, internet y televisión por cable. Ahora, con la absorción de Telefónica, la competencia prácticamente desaparecería en varios segmentos del mercado.

Por su parte, los actuales dueños de Telecom son:

- Cablevisión Holding (Grupo Clarín): 40%
- Fintech Advisory (David Martínez): 40%
- Accionistas en el mercado abierto: 20%

El control de estas compañías pone a Clarín en una posición de poder nunca antes vista dentro del sector, dejando a cualquier otra empresas del sector en una situación desventajosa. Movistar, que hasta ahora competía con Personal y Claro, pasaría a formar parte del mismo conglomerado.

El rol del Estado y los posibles escenarios

El Gobierno tiene en sus manos la posibilidad de bloquear la operación mediante la intervención del ENACOM y la CNDC. Ambas entidades pueden exigir condiciones específicas para aprobar la fusión, como la venta de algunas unidades de negocio o la imposición de límites en la oferta de servicios.

En este contexto, hay tres posibles escenarios:

1. El Estado frena la compra: si se detecta una violación a las normas de competencia, podría impedir la transacción.
2. Se imponen restricciones: Telecom debería desprenderse de algunos activos para evitar la concentración.
3. La compra avanza sin cambios: Clarín consolidaría su dominio en el sector, enfrentando potenciales conflictos legales a futuro.

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