La CAME confirmó una brutal caida del 16,6 % respecto a 2024; menos noches, menos consumo y un sector que no despega pese al esfuerzo de las provincias.
Mientras el gobierno nacional sigue recortando estímulos al consumo y celebrando balances macroeconómicos sin conexión con la realidad diaria, el turismo interno argentino refleja una verdad incómoda: las familias ya no pueden viajar como antes. El último informe de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) confirmó que durante los feriados del 16 y 20 de junio, apenas 2.162.750 turistas se movilizaron en todo el país. Parece mucho, pero no lo es.
El número implica una caída del 16,6 % respecto al mismo período de 2024, cuando el calendario ofrecía un feriado adicional. Pero no es solo una cuestión de fechas: las estadías se acortaron (de 2,9 a 2,2 noches) y el gasto real se desplomó un 27,9 %, pese a que nominalmente se habla de $412.372 millones. El número suena pomposo, pero en términos de poder adquisitivo es una trompada para los destinos que viven del turismo.
El promedio de gasto por persona fue de $82.900 diarios, una cifra que apenas alcanza para cubrir hospedaje y comida básica en muchos destinos. ¿Quién puede hablar de experiencias, excursiones o consumo cultural con ese presupuesto?
EL AJUSTE TAMBIÉN SE SIENTE EN LAS VACACIONES
La recesión y la caída del salario real impactan de lleno en la industria turística, que representa una de las principales fuentes de empleo e ingreso en las economías regionales. Con menos días, menos dinero y más incertidumbre, el turismo ya no es una opción de descanso sino un lujo ocasional. No alcanza con que las provincias se esmeren en peñas folklóricas, ferias y circuitos rurales si la gente no tiene ni para cargar nafta.
El propio informe de CAME lo reconoce: los viajes son más breves y austeros, y el repunte depende exclusivamente del turismo de cercanía, ese que se hace en auto y con viandas desde casa. La “reactivación” que promete el Ejecutivo no aparece ni en los balnearios, ni en los valles, ni en la montaña.
SEMESTRE CON LUCES ROJAS
En lo que va de 2025, se registraron 8,8 millones de turistas en cinco fines de semana largos, con un movimiento total de $2,1 billones, equivalentes a unos USD $ 1.821 millones. Pero el análisis real muestra que el turismo pierde velocidad como herramienta para sostener el empleo, reactivar pymes y mover el consumo interno. La motosierra también corta por acá.
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