Los comerciantes esperaban que el fin de semana largo, que se extendió del 11 al 13 de octubre, representara un alivio para sus ventas, pero la realidad económica se impuso.
Según un informe de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), la recesión se sintió con fuerza: 1,4 millones de turistas se movilizaron, un 7,1% menos que en el mismo período de 2023. Además, el gasto total fue de $228.479 millones, un 33,3% menos en términos reales (ajustado por inflación) que el año anterior.
Cambios en el comportamiento de los turistas
El informe de la CAME reveló que los turistas gastaron en promedio $67.518 por día, y la estadía media se redujo a 2,4 días, comparado con los 3,3 días del año pasado. El feriado de 2023 tuvo una duración de cuatro días, lo que también contribuyó a una menor actividad en esta edición. Además, el análisis destacó un cambio en los hábitos de consumo: los turistas se mostraron más austeros, priorizando las actividades gratuitas y reduciendo su asistencia a locales gastronómicos.
Ocupación hotelera alta, pero baja afluencia en restaurantes
A pesar de los buenos niveles de ocupación hotelera, la baja afluencia en confiterías y restaurantes fue notoria, reflejando una caída en el poder adquisitivo. Las localidades de la Costa Atlántica encabezaron la lista de destinos más visitados, seguidas por puntos turísticos como Villa General Belgrano, Sierra de la Ventana, Esteros del Iberá, Bariloche, El Calafate, entre otros.
Un feriado con poco impacto económico
Este fue el quinto fin de semana largo del año y el segundo con menor movilización económica. Comparado con otros feriados del 2024, los turistas gastaron mucho menos que en Semana Santa ($631.667 millones) o Carnaval ($352.859 millones). El feriado con menor gasto fue el del 17 de junio, cuando se desembolsaron $81.464 millones.
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