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Jue, Jul

Interés General

El municipio trabaja sobre pedidos vecinales con obras en calles, plazas vandalizadas y la avenida Néstor Kirchner.

La Municipalidad de Río Gallegos puso en marcha una batería de intervenciones urbanas para mitigar algunos de los problemas más visibles en barrios y arterias principales. La Secretaría de Construcción y Ordenamiento Territorial, con Natalia Quiroz al frente, se mostró en la calle para dar cuenta de las obras activas.

“Hoy estuvimos trabajando en el René Favaloro y también en 22 de Septiembre, respondiendo a lo que nos venían pidiendo los vecinos”, dijo Quiroz. Se trata de tareas de mantenimiento vial básico: repaso de calles, nivelación, relleno y apertura de drenajes donde hacía falta. Nada espectacular, pero sí necesario.

La agenda también incluyó trabajos de poda en varios sectores de la ciudad. Según explicaron desde el área técnica, algunos árboles no habían sido intervenidos desde hace dos o tres temporadas. “Hubo que meter mano ahora porque con el viento que se viene puede haber problemas”, deslizó un operario. Las ramas sueltas y la visibilidad reducida en esquinas fueron los motivos centrales.

Otra preocupación: los espacios públicos. En varios puntos de la ciudad, plazas y parques que habían sido dañados por actos vandálicos comenzaron a ser reparados. Bancos quemados, juegos rotos y luminarias arrancadas son parte del paisaje que el municipio intenta revertir, aunque no está claro cuánto durará sin controles más firmes.

Uno de los focos más pesados del operativo fue la rotonda Samoré, donde se trabaja como parte de la obra de transformación de la Autovía 17 de Octubre. La tarea que ahora ocupa a las cuadrillas es la compactación del suelo. Es el paso previo al asfaltado, pero también el más lento: sin una base firme, todo el esfuerzo se va al tacho.

Por último, también se informó que hubo mantenimiento en el sistema de alumbrado público de la avenida Presidente Néstor Kirchner. La zona, que suele registrar fallas frecuentes en luminarias, fue recorrida para cambiar equipos y ajustar cableados. “Es una arteria pesada, con mucho movimiento, y no puede estar a oscuras”, indicaron fuentes del municipio.

Por ahora, las obras parecen responder más a una lógica de contención que a una planificación estructural a largo plazo. Aun así, los vecinos agradecen cuando al menos alguien aparece con una máquina, una pala y algo de respuesta concreta.

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