La expresidenta Cristina Fernández de Kirchner reapareció en redes sociales con duras críticas al gobierno de Javier Milei por las recientes decisiones económicas del Banco Central (BCRA).
Un mensaje que generó amplia repercusión, la actual presidenta del Partido Justicialista apuntó contra la decisión de mantener sin cambios la tasa de interés en pesos y reducir el ritmo de devaluación del dólar oficial a partir de febrero.
“Arrugaron. No se animaron por temor al desarme de posiciones en pesos. Larga vida al carry trade”, escribió Cristina, en referencia al mecanismo financiero que permite obtener ganancias especulativas al aprovechar la diferencia entre tasas de interés locales y la evolución del dólar.
El martes, el Gobierno anunció que el ritmo de devaluación del tipo de cambio oficial (conocido como "crawling peg") se reducirá del 2% al 1% mensual a partir de febrero. Esto, según analistas, busca dar una señal de estabilidad en medio de una inflación acumulada del 117,8% en 2024.
Sin embargo, contra las expectativas del mercado, el Banco Central decidió mantener sin cambios la tasa de política monetaria, en un intento por evitar tensiones adicionales en el dólar financiero y contener la brecha cambiaria.
El Ministerio de Economía, respaldó la medida como parte de una estrategia para dar señales de previsibilidad al mercado de deuda en pesos. En la primera licitación del año, el Gobierno logró renovar vencimientos clave, lo que alivió momentáneamente las presiones financieras.
No obstante, la decisión de mantener las tasas sin modificaciones generó críticas tanto desde sectores opositores como desde el propio peronismo. En este contexto, las declaraciones de Cristina Fernández reavivan el debate sobre la política económica del gobierno de Milei y la efectividad de las herramientas empleadas para controlar la inflación y estabilizar el dólar.
Analistas advierten que la reducción del ritmo de devaluación podría intensificar las presiones sobre el dólar financiero y el carry trade, un fenómeno que beneficia a los grandes capitales especulativos pero genera tensiones en la economía real. Mientras tanto, la oposición, , sigue atenta a las decisiones del Ejecutivo, en un año que promete ser políticamente intenso.
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