Este miércoles, los líderes de la CGT sostuvieron un encuentro con altos funcionarios del Gobierno nacional, calificado como positivo por ambas partes. Sin embargo, la calma duró poco, ya que la conducción de la CGT anunció un nuevo paro general para el próximo 9 de mayo, el segundo desde la asunción de Javier Milei como presidente.
Esta decisión se tomó durante la reunión del Consejo Directivo, donde prevaleció la postura más dura liderada por Pablo Moyano, con respaldo de los docentes.
El paro se fundamenta en críticas al plan económico, la caída del poder adquisitivo de los salarios y la situación de los jubilados, entre otros reclamos. Aunque se intentó que la medida de fuerza se llevara a cabo antes de fin de mes, como se pedía, finalmente se fijó para mayo.
El anuncio del paro no sorprendió al Gobierno, que en su entorno presidencial considera que los dirigentes gremiales "no la ven o no la quieren ver". Se lamenta que no quieran "subirse al tren del progreso que implica abrazar las ideas de la Libertad".
Cabe recordar que el Gobierno, a través de un DNU, decidió intervenir en los aportes sindicales y los fondos destinados a las obras sociales, temas sensibles para el sindicalismo. Sin embargo, se estaría desistiendo de incluir estos puntos en la reforma laboral, con el fin de mejorar y agilizar los sistemas de contratación.
También se contempla la posibilidad de tratar la reforma laboral dentro de la ley ómnibus, y la propuesta radical presentada este jueves no es mal vista por algunos sectores gremiales.
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