El INDEC informó que la inflación de octubre fue del 2,7%, una cifra celebrada por el presidente Javier Milei como una señal de desaceleración en los aumentos de precios.
Desde las redes, Milei expresó su entusiasmo y felicitó al ministro de Economía, Luis Caputo, quien también respondió con muestras de alegría. Sin embargo, el acumulado inflacionario en el año alcanzó el 107%, con aumentos sostenidos en rubros esenciales como vivienda, servicios, combustibles y alimentos, que impactan de manera directa en los hogares argentinos.
El informe del INDEC refleja un panorama desigual. Mientras que el promedio inflacionario nacional fue menor al esperado, varios sectores experimentaron aumentos por encima de ese índice. La vivienda, electricidad, gas y otros combustibles subieron un 5,4%, y servicios como vestimenta y calzado, restaurantes y prepagas también mostraron incrementos que afectan el gasto básico de los hogares. Estos datos reavivan el debate sobre la actualización de la fórmula de cálculo del Índice de Precios al Consumidor (IPC), basada en una encuesta de 2004-2005 que, según expertos y el propio titular del INDEC, Marco Lavagna, subestima la importancia de las tarifas en el presupuesto familiar actual.
El impacto del aumento en las tarifas es brutal sobre el bolsillo de los argentinos: según un informe del Foro Multisectorial contra los Tarifazos, entre noviembre de 2023 y octubre de 2024 la tarifa eléctrica para los sectores medios del AMBA subió un 758%, mientras que el gas aumentó un 226% en los hogares de menores ingresos. En noviembre, las alzas en los servicios esenciales continuaron, con subas de 2,5% en electricidad, 2,7% en gas y 4,0% en el agua de AYSA.
Frente a estos números, el economista Alfredo Serrano Mancilla comparó en redes el impacto inflacionario del gobierno de Milei con el de Cristina Fernández de Kirchner, señalando que Milei acumula un 159,7% en sus primeros 11 meses, cifra que CFK alcanzó en 55 meses de gobierno, utilizando datos de PriceStats publicados por The Economist.
El costo de alimentos básicos, uno de los indicadores más sensibles para la economía familiar, también mostró un aumento en octubre. Entre los productos con mayor suba se encuentran el zapallo, la papa y el aceite de girasol, todos con incrementos entre el 4% y el 5,3%. Sin embargo, Caputo resaltó la “baja” en alimentos básicos al reportar un alza de “solo” 1,2% en el rubro de Alimentos y Bebidas.
De acuerdo con el Centro de Economía Política Argentina (CEPA), la desaceleración de la inflación responde principalmente a la caída del consumo, el control del dólar oficial mediante el “crawling peg” y la baja de los dólares financieros. Sin embargo, la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET) advirtió que esta desaceleración no implica una mejora en el poder adquisitivo de los trabajadores, quienes enfrentan una inflación de 2,9% y un salario mínimo que, pese a las recientes subas, sigue rezagado frente a la inflación.
Mientras el gobierno celebra una baja en los índices inflacionarios, los aumentos sostenidos en servicios y productos básicos plantean dudas sobre la recuperación del poder adquisitivo de las familias y el impacto de la desaceleración inflacionaria en la economía real.
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