En medio de las tensiones cambiarias, el sector agropecuario decidió esperar y mantener los silobolsa llenos. Luis Caputo, designado para gestionar la relación con el sector, enfrenta una situación compleja. Los motivos que explican la demora en las ventas de granos son varios y se mantienen desde marzo: el tipo de cambio, los precios internacionales, los costos y las expectativas de unificación cambiaria.
Los dólares paralelos continúan su marcha alcista, y la brecha con el tipo de cambio oficial ya ronda el 60%. Esta situación incentiva a anticipar importaciones y desincentiva la liquidación de exportaciones, más aún cuando el Gobierno anticipa una pronta liberación del cepo cambiario.
Según la consultora EcoPol Analytica, basándose en la estimación de producción de soja de la Bolsa de Comercio de Rosario, que ronda las 50 millones de toneladas, y considerando el avance de las exportaciones según las Declaraciones Juradas de Ventas al Exterior (DJVE) y el consumo interno promedio, aún restan exportar unos u$s13.000 millones de la actual campaña. La industria confirma estos cálculos, a pesar de la baja reciente en los precios internacionales de la soja.
El Gobierno ensaya cambios en el área. Tras la salida de Fernando Vilella, ex secretario de bioeconomía, la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca será ocupada por Sergio Iraeta, un abogado y productor agropecuario cercano al secretario de Coordinación de Producción, Juan Pazo, quien fue designado por Caputo para mejorar la relación con el sector.
En la agroindustria celebraron la noticia y esperan acercamientos. Sin embargo, el principal interrogante sigue siendo el futuro del cepo. En declaraciones radiales, el ministro de Economía advirtió: "No es bueno poner una fecha de salida porque los actores van a especular en función de eso".
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